martes, 18 de septiembre de 2012

LA VERDADERA CAUSA DE LA DIMISIÓN DE ESPERANZA AGUIRRE



Euro Vegas no puede establecerse en ningún estado en el que gobierne una mujer. En todos los negocios de Sheldon ésa ha sido la premisa. Prostitución, drogas, esclavitud, políticos corrompibles y, por encima de todo, que no haya ninguna gobernanta cerca. Las manías de un mafioso son como las manías de cualquiera, así que hay que respetarlas. Cómo ha derramado lágrimas de azufre nuestra amada presidenta, cómo intentó convencer al voluble multimillonario de que podía cambiarse de sexo ella, que siempre ha estado haciendo las cosas por sus cojones... Y nada, oye. Que no podía ser. Para corista de fondo en un número de cancán terminal, vale, Esperanza, que viciosos los hay en cualquier congreso de dentistas puteros que venga a visitar nuestras instalaciones en Alcorcón ("Lo que pasa en Alcorcón, se queda en Alcorcón"), pero de presidenta del estado de Texas-Nevada-Madrid, nones, castiza mía de pastel. Aristócrata bilingüe, y me da la risa. Oh, cuán amargas las lágrimas de la demócrata déspota, y amargas las lágrimas de su palafrenera mona, Lucía Figar... Pero el americano ha dejado bien claritou que si quiere que Euro Vegas se plante en Madrid y, sobre todo, si quiere esa pasta que le ha prometido para ella misma y sus amigos por la gestión (untado, desbroce del terreno, lobotomización de concejales, sofronización de alcaldes, drogas gratis para los hippies rebeldones, alpiste lejos para los catalanes, mordidas en derredor, corte de flecos y tabaco para todos), tiene que dejar el cortijo en manos de un tío varón. El que sea, pero sin vagina aparente. Descartado Rouco Varela, que le está cambiando las cortinas al arzobispado y no puede, por riguroso orden de sucesión monárquica, le toca salir a la palestra a uno de sus boys. El más cortesano, retorcido, escurridizo y experto en repartir juego entre sus amigos en la Comunidad de Madrid. Ignacio González. La china en el zapato de tacón de Rajoy. Ignacio González, el vicepresidente superviviente sin vagina aparente. El que ha sido mano derecha de la madama y gerente sicario de una casa de putas y alrededores (reservados con cortinitas para el Opus Dei, la Banca, la Jet, los Tiburones de la Dehesa, los Liberales del Pillaje, los Forenses del Estado del Bienestar y los Fascistas Concertados), el mayordomo del Nido de Águilas de la Condesa es el hombre perfecto para dirigir un casino, honoraria pero no honorablemente, y hasta para ser portada de un disco de country de la Mancha. Ignacio González - Johnny Cash. Mmm, cash... Palabras de Sheldon. Come on, Nacho. Cross the line... Y lo hará en su momento, por supuesto. Mientras tanto, que haga el paripé de presidir la Comunidad de Madrid (poned la radio y retirad la correspondencia de vez en cuando, para que parezca que hay alguien dentro) con Esperanza Aguirre dándole la brasa todo el día al teléfono, con instrucciones. Y ya sabemos que la primera decisión política del telefonista country va a ser colgar un cartelito en todas las sucursales de Bankia: "Ignacio González never ate here". El Sucesor Monárquico por línea directa desvinculándose de una de sus madrigueras favoritas. Incluso así, en este blog estamos de fiesta. Después del bicho, cualquier patético lacayo podría pasar por ser humano. Cualquier renovado pestuzo a corrupción subsidiaria y satélite, un airecillo de libertad. Lo que venga, despues de ella, sólo puede ser mejor. Eso sí, voy a guardarle un rencor... digamos que polaco. Es el rencor que debe guardársele a una mujer que ha hecho por Madrid lo mismo que hizo Hitler por Varsovia. Rencor polaco y asco tanatorio hasta que Madrid deje de ser una franquicia del Valle de los Caídos y toda la Casa de Correos el piso piloto de sus enterradores falangistas. Puede que Esperanza Aguirre haya dimitido porque va a liderar un partido de ultraderecha. Puede que haya dimitido porque va a liderar un programa de quimioterapia. Me da lo mismo. La Cibeles y yo hemos mejorado una cosa mala en nuestras perspectivas sentimentales desde que supimos la noticia. Tanta paz lleves como descanso dejas. Mala gente.