martes, 5 de julio de 2011

HOMENAJE A BILL WATTERSON (PROBABLEMENTE VIVO EN ALGUNA PARTE)







Bill Watterson es el dibujante de cómics que más admiro. Sus personajes, Calvin y Hobbes, son superhéroes para mí. En diciembre de 1995 Bill Watterson dijo que no dibujaba más y no dibujó más, pese a las presiones, tentaciones y chantajes de un par de docenas de editores de los de purazo en la boca. Había tenido su guerra personal precisamente contra ellos. Peleó por la dignificación de las tiras cómicas, tanto en su formato como en la libertad de sus contenidos. Prohibió expresamente la utilización de sus personajes en cualquier tipo de merchandising, película de animación incluida, y se largó de la escena dejando encima de la mesa la millonada de dólares más grande que se le pueda ofrecer a un dibujante vivo. El Salinger de la ilustración, Bill Watterson. Nadie sabe dónde vive, aunque parece que se dedica a pintar bosques. Sólo dio dos discursos:

"El abaratamiento de los cómics".

"Pensamientos sobre el mundo real por uno que lo observó y huyó".

Chapeau, maestro.




Sea usted feliz con lo que quiera que esté haciendo en este momento.