lunes, 13 de noviembre de 2023

YA SABÍAMOS QUE TENÍAN MAL PERDER

 


Gracias a Bernardo Vergara, de eldiario.es

A ojos vistas (y orejas machacadas) la gente de la derecha -y más allá- se está ganando a pulso su mala fama de tramposos y consentidos. Da realmente asco tanta chulería de niñatos de la tercera edad y pasmarotes con capa patriótica de superhéroe (como si el Rey Pelayo fuera de la Marvel) manifestándose violentamente en las calles porque los rojos han firmado una tregua política con los independentistas, que les haya salido bien y no como a ellos, que les dieron calabazas de inmediato. Les irrita sobremanera que la izquierda use la cabeza y no para embestir. No pueden soportar que las cosas vayan bien en España a pesar de ellos. En la rabieta fuera de tono chillarán, insultarán y se retratarán a ellos mismos sin convencer con sus argumentos de pura histeria más que a los privilegiados y descerebrados de siempre o a los nuevos bípedos ecuestres (de siempre) de la ultraderecha, que ya salían convencidos del bar y de las monterías de Youtube. Es curioso, a más beneficios astronómicos de la Banca, más muñequitos gritones con la capa voladora; una cosa industrial, oye, o que no paran de enredarse con las cortinas del salón de la marquesa... Y así sigue de vistoso y rancio el folclore de la derecha, que es otro tipo de investidura, mirado mal y pronto.