miércoles, 1 de mayo de 2024

VICTORIA, PREGO

Ha muerto Victoria Prego. Descanse en paz la mujer. No éramos muy partidarios de su pluma ni de su manera de pensar, como aquí se manifiesta. Logros tendrá mejores en su pasado que la última deriva reaccionaria en su manera de ser periodista. Mala profesión, desde siempre, y últimamente casi la más indecente y deshonesta por contar entre sus filas con bulócratas a sueldo del capital más explotador y de los políticos más canallas. Yo mismo soy periodista titulado y hasta he ejercido en cuatro chorradas a lo largo de mi vida, pero no puedo exhibirme en ninguna barricada de pundonor sin sentirme un advenedizo, aunque entienda y defienda el derecho de la gente a informarse adecuadamente, y la obligación de todo periodista de atenerse a la verdad siquiera sea por devoción deontológica, que los hechos y la objetividad no son ninguna creencia. Otra cosa es la opinión, no confundáis a la peña, hijos de la gran puta... Puta Doxa y puta Episteme, que por un concepto de más o uno de menos, lleváis a los países a la guerra civil. Buen día el de hoy, primero de mayo. Cuánto dolor y cuántas reivindicaciones. Y así me merma por dentro la entrada de hoy, más triste con la izquierda que ilusionado. Nos comen los fascistas y parece que no sabemos hacer una mierda para detener la carnicería. Sólo detenerla. Ni siquiera replicarles. Ni siquiera contratacar. Según el taxímetro del blog, que lo llevará una empresa fantasma en algún país extranjero, esta es la entrada 5.000 desde que empecé con mis cuitas y alegrías blogueras en el 2.007. Le cuento a la mujer de arriba el papel que le esperaba en esta novela absurda al cabo de los años y me retira el habla. ¿O no fue así? Cinco mil con Victoria, Prego. Me debo a mi público... Por cierto, seguís siendo lectores, no clientes, como en tantas megafonías de tantas empresas y nadie se alborota con la calificación consumista...