sábado, 3 de octubre de 2020

QUINO 1978, CERCA DE FUENGIROLA


La primera vez que pude ver una viñeta de Mafalda fue ese año de 1978, cuando nos cambiaron por fin a la escuela nueva. Los padres de La Cala de Mijas se habían turnado para construir un Grupo Escolar con el apoyo del Ayuntamiento (materiales y terreno) y la Junta de Andalucía puso la nómina de profesores. Grupo Escolar García del Olmo, cuatro aulas frente al rompeolas. Impresionantes los recreos driblando al pilla-pilla entre las sombrillas hawaianas del chiringuito de Andrés, impresionante que el profesor de lengua no fuera el mismo que el de matemáticas... Y, encima, venían de fuera. Eran tan exóticos como que alguno era de Valladolid, de Soria... Celia, Don Miguel... Pero fue Mari Ángeles la que trajo a Mafalda, a Felipe, a Manolito a la pizarra de la clase de dibujo y creo que a partir de entonces dejé de dibujar tanques y tipos con espadas... Con el tiempo supe que los padres de Quino habían nacido en Fuengirola, a ocho kilómetros de allí, y que luego emigraron a Argentina. Todo era posible, entonces. No hace mucho que volví a ver a Mari Ángeles. Seguía tan guapa, tan bajita, tan miope y tan feliz como la recordaba de niño -ni me fijé en sus canas-, y en su puesto, en el mismo Grupo Escolar García del Olmo, aunque en su nueva ubicación, en lo que nosotros llamábamos La Redondela, ahora con tropocientas aulas, huerto y hasta polideportivo... Cuando supe de la muerte de Quino, ella fue la primera que me vino a la cabeza. Viniendo de tan lejos en el mapa de España, los padres de Quino a ocho kilómetros de allí y yo recibiendo aquel regalo. Gracias, Mari Ángeles.