miércoles, 19 de septiembre de 2007

PASARELA CIBELES


La moda es tonta.
Las modelos se suicidan.
Los diseñadores son pavos rellenos de pavo.
Por una Pasarela Cibeles Libredignayjusta
Soltemos los leones
Porfa

ASOMADO


CERO, TRISTE, ADIÓS



ESTELAS A REACCIÓN en el cielo. La caligrafía helada, blanco contra azul, de los que van a Barcelona, de los que van a Málaga, quizá a Lisboa. Los aviones a Damasco o a El Cairo vuelan hacia atrás, que los árabes escriben de derecha a izquierda. Van cuando vuelven y vuelven cuando van. Caligrafía árabe, aerodinámica gallega. Punto y aparte, si se estrellan. Ayer secuestraron a uno, según la radio. Los palestinos. Un avión egipcio con turistas noruegos. Punto y aparte políglota. Ningún superviviente. Un misil amigo, para evitar otras torres gemelas. No sé qué habría podido hacer ese avión contra Keops, Kefrén y Micerinos, pirámides mellizas. Un avión egipcio volando de perfil y los noruegos pidiendo champán terminal en sus cascos de vikingo. Luego los palestinos y sus pistolas de porcelana. Pistolas Lladró indetectables en los arcos policiales del aeropuerto. Pistolas con forma de cisne o de pastorcilla anoréxica con un canasto de melocotones rositas en el regazo. Las pelas, comandante. Las pelas o no respondo, que soy palestino y por lo tanto el cisne, la pastorcilla, los melocotones. Ciento diez muertos en el segundo canasto. Ciento cinco croquetas noruegas y cinco croquetas egipcias de la tripulación rebozadas en arena de desierto y salpimentadas con viruta de motores Rolls Royce. También murió el misil egipcio. El gobierno noruego etcétera. Es cierto que los vikingos llegaron hasta el Guadalquivir, pero un drákar pirámide arriba era pasarse. Ideal entonces. Viva la porcelana. Un poquito más a la derecha, un poquito más. Dicho todo en egipcio. Instrucciones jeroglíficas para el misil amigo, de perfil. Gran hurra vikingo que lo ve venir por las ventanillas. Noruegos valientes. Punto y aparte.
Por eso apenas salimos ya del barrio.
Por si las pirámides y por si las estelas.
Aunque una vez volé a Milán.
Me secuestró personalmente una virgen.
La cabeza, Quintana. La cabeza o no respondo.
La cabeza o no respondo, que soy virgen y por lo tanto la ansiedad, la aventura, el rencor.
Una virgen, doscientas botellitas de vodka y me parece estupendo que te quieras comprar el vestido de virgen en las tiendas más caras del mundo, pero yo me quedo bebiendo en cualquier otra iglesia que el Duomo, chica, aunque sigas pensando que lo que me pasa es mi cabeza y que tengo que relajarme y suponer que no la tengo, como si se pudiera suponer sin cabeza, al menos sin la de proa, que las cucarachas tienen una de repuesto, atrás, y eso va a confirmar que ya me quieres entomológicamente de tanto llamarme bicho raro.
Hace demasiado tiempo de eso.
De la virgen y de su estela.
¿Por dónde andaban los italianos para no tener un misil amigo a mano?
Ahí abajo, a diez mil metros, en esa tienda de ahí, mi ropita de virgen, cariño.
Ya. Pues mira lo que acaban de lanzarnos desde aquella pizzería, chica.
¿Eso es un misil?
Con todas las pintas.
Gran hurra madrileño al verlo venir por la ventanilla.
Putas estelas matinales y para qué miras arriba, Quintana.
-Los italianos son muy raros, Pirulo. Nunca te fíes de una gente que a los bocadillos sin cerrar los llama pizzas.
El Pirulo oye cualquier expresión de comida y la distingue perfectamente de una viga o de un pijama, por ejemplo, sin necesidad de oler la palabra.
-Olvídate de la pizza. Estaba hablando de misiles, perro tonto.
Cuando quiero volverlos locos a él y a su rabo basta con decirle muy bajito y muy rápido a la oreja: jamón-morcilla-queso-albóndigas-salami-chorizo-ternera-estofado de jabalí al tomillo con patatas panaderas...
Así hasta arrancarle un ladrido de angustia.
Me huele un poquito los zapatos y sí, soy yo.
De mañana santa, pero yo.
Hasta luego, que me voy a por perras, dice.
Pues como todos, sólo que yo al cajero automático, a que no estén.


UN SANTO ES UN IDIOTA. Es el que se queda solo. El irse y el no haberse movido del sitio al mismo tiempo. El que desaparece estando. Una cebolla debajo de la cama: sin que la veamos nos dulcifica los pulmones o nos los llora. El tipo que está para darte esa luz de neón metafísico con que se venden las sectas a la americana, y el mismo tipo que va a ennegrecerte el ceño de por vida, a la española, a lo Torquemada, si esperas otra cosa de él que no sea fuego.
Por eso hay tanto loco que disfruta frotándose contra las pantorrillas de un santo como un gato.
Una luz, una revelación, un cigarrito.
-Gracias.
-¿Cómo va la mañana, tío?
Porque hay momentos en que somos lo que nos rascamos.
Contra las patas del camello de Camel o contra mí.
Animales.
Aunque ninguna ardilla augusta en la plaza, animales.
Animales que fuman en pipa, animales que leen a Proust, animales que te parten un brazo por no decirles la hora y animales como Pacheco, un destornillador en el cuello de un chivato, tres tiros en un banco, cuatro robos con intimidación, dieciséis años de cárcel, y muy buena gente.
-¿Vas a ir luego donde las monjas?
-Depende, Pachequito, depende.
-Ya.
En el fondo, es la necesidad que tiene el león o el caniche de pasar por el aro ardiendo ante los latigazos o las palabras mágicas del domador santo: “Vas a adorar los amaneceres porque ignoran tu hipoteca y vas a adorar los atardeceres porque pronto se cena”.
El domador santo con su traje de entorchados, charreteras y cordones, hecho trizas.
¿Qué le pasó, amigo? ¿El león? ¿El caniche? ¿Su esposa?
Yo le di un día un beso a mi cabeza y me fui.
Nada más.
La cabeza, Quintana. La cabeza o no respondo.
Eso y la tristeza.
-Siempre en el cajero y siempre sin una cala, macho.
Marque su número personal pititatí.
De acuerdo.
Pateo envoltorios adheridos a la acera con sótano de saliva, de orina, de tegumento de pobre, y tecleo pititatí con la solemnidad de un bombero torero, santo de cojones.

COMO MÍNIMO


Como mínimo pisaremos charcos de whisky y cocacola en las barricadas
Tendremos coquetas trincheras con sacos terreros rellenos de colacao
En el bisbiseo de los auriculares de los centinelas se distinguirán grupos alegres y variados
Reconoceremos las posiciones del frente por GPS, al enemigo en Youtube
Nos dispararemos vistosas balas aliñadas de sida y publicidad engañosa
Y firmaremos sin una broma los albaranes de todos los hombres bomba
Que vengan a reventar por Dios y por su padre

Como mínimo

DEPOSITEMOS UN POEMA


OVEJAS


CANTAUTORES