viernes, 30 de septiembre de 2022

OTRA VEZ EL CARETO DE CIFUENTES







Arriba, la presentación del retrato que le ha hecho el artista Rafael Cidoncha a la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes. Más de 16.000 € del erario público en homenaje a boca grande y ojos grandes (careto reptiliano) a la que fuera una más y conspicua de los corruptos y criminales que han presidido esta autonomía. Con Ayuso en el acto, las dos contentas de verse en estilismo y forma en acto tan sucio y surrealista. Yo, que pensaba que de esa repugnante señora sólo nos interesaban a estas alturas sus fotos policiales, pero se ve que no, que el legado sigue, se continúa y persevera en una cadena de chorizos y chorizas sin fin. De ser abyecto en ser abyecto, de Cifuentes a Ayuso, y apesto por que me toca, te recojo el testigo y te pongo en un sitio de honor para que la ciudadanía guarde memoria de tu figura señera, a ver qué hacéis luego con el retrato carisimo que me pienso pedir yo, que he traído la libertad a Madrid... Os recuerdo que la ahora retratada en rojo y lagarta (gracias, Cidoncha, yo creo que ha colado), les daba palizas a los madrileños por manifestarse y amenazaba a profesores de universidad para que le firmaran los papeles de su máster robado. Yo, en las fechas en que esta alimaña ejercía de presidenta, la caricaturizaba en el blog de vez en cuando, tirándole flechas de goma...




Y tenía por ahí una magnífica foto (me deslumbró tanto veneno en una cara) a la que pensaba meterle mano algún día de zafarrancho cívico (cuando tuviera cuerpo y ánimo) para retratarla en todo su apogeo de arrogancia, villanía y mala baba, si era capaz... Entonces, afortunadamente, la pillaron robando en público y tuvo que dejar su cargo (la obligaron, qué leche), así que me ahorré la sesión de repugnancia pintando estos rasgos tan manifiestos, tan representativos, tan propios de su figura y trayectoria...  ¿Meterme yo en ese pantano tóxico con estas manitas al desnudo? Mejor que no, que ya no, que ya está la fotografía como puede comprobarse y me libré de esa pringue. Es que ni un virus de laboratorio, oye...


Aquí cambio el peloteo grasiento de Isabel Ayuso hacia Cristina Cifuentes por una arcada de vómito como la Puerta de Alcalá.
No sé si se entiende que no la pueda ni ver.
A ninguna de las dos.