miércoles, 19 de junio de 2013

LOS JUECES ESPAÑOLES DE LA MARVEL


La Justicia en este país, como conjunto de jueces, e incluso como objetivo, es un desastre, por no decir una palabra con "m". Sólo puedes tener algo de esperanza en jueces concretos, con nombre y apellidos. Jueces singulares y nada... gremiales. Si la Justicia en España, en letras mayúsculas, fuese un objetivo, y no un conjunto de jueces desbordados, por no decir incapaces, le ocurriría lo mismo que al objetivo igualmente loable de "Salvar el Planeta". Una acción conjunta y un objetivo ecológico que no puedes dejar en manos de ningún colectivo del tipo Cumbre del G-20, Cumbre de Kioto, Amigos del Oso Panda, etc. No hay un conjunto eficaz de personas que pueda lograr ese objetivo porque juntos son una filfa con pandereta y mercadeo de emisiones, y al estado comatoso del planeta me remito. Para Salvar el Planeta tienes que recurrir a tipos singulares y con un currículum apropiado. Tíos solitarios y nada gremiales. Supermán, Batman, Spiderman, Mazinger Z, Mario Bros, y por ahí. Ni se te ocurre pedir con una demanda de procedimiento administrativo que salve el planeta la Audiencia Nacional de superhéroes con visión láser o el Tribunal Supremo de superhéroes que cagan meteoritos o el Tribunal Constitucional de superhéroes que llevan una capa antimisiles bordada por abuelas mutantes. Lo dicho. Jueces singulares y superhéroes, fifty-fifty. La Justicia de la Buena y las Causas Imposibles, a pachas. Justo lo contrario es lo que le ocurre al Cuerpo de Bomberos. Nadie pide que le apague el fuego de su casa un bombero concreto: marcas el 112 y luego la extensión de tu bombero favorito, Martínez, 112-2314. Así ocurre con los Incendios a Domicilio, que cualquier bombero entrenado sirve, y así ocurre al revés con la Justicia de Mierda, que como no des con el juez adecuado ya te has quemado enterito, colega, por el cerillo de la Audiencia Nacional o por el bidón de gasolina del Juzgado nº 13 con el titular en sustitución. Conocer los nombres de los jueces y  los juicios de relumbrón que están intentando llevar adelante en España es verlos cagando meteoritos, repeliendo escupitajos de ácido sulfúrico y cogiendo la baja por un tarrazo de kriptonita a la salida de su despacho, portada en El País. El Gay Grande Marlaska, el Desterrado Garzón, el Ímprobo Rus, el Loco Elpidio, la Implacable Alaya... y el Pobre José Castro. Si al Loco Elpidio le están mirando sus antecedentes penales en el planeta Subidón, al Pobre José Castro le acaban de arrear en toda la cabeza con un autobús de notarios perturbados y trece asteroides de catastro. Por aquello de ver cómo lleva el blindaje de credibilidad y minarle el sendero del procedimiento hasta el tenebroso Castillo de la Monarquía. Ahora entiendo perfectamente que la Marvel tenga en España a sus mejores dibujantes.