viernes, 31 de diciembre de 2021

YO, ESTA NOCHE, VRAGAS LLOSA


Es Nochevieja y quiero comprobarlo. Toda la vida oyendo a la gente decir que para recibir el año con suerte hay que llevar Vragas LLosa y nunca lo he intentado. Así que me descoco del bajo vientre liberal y lo que surja. ¿Que veo que a mi lado votan mal en la barra libre? Vragas Llosa. ¿Que veo que nadie le está comiendo bien el coño a Esperanza Aguirre? Vragas Llosa al rescate. ¿Camareros iberoamericanos contratados ilegalmente? Vragas Llosa al instante y ya los tengo en una minibús y camino al chalet de mi Isabel, chamizo de recursos humanos, donde se escogerán según la selección natural de las especies: fotogenia y tamaño de pene. ¿Que alguien se aburre después de 5 Horas con Mario? Eso es que no ha visto mis Vragas Llosas en los tobillos, el Golden Gate de todos los desenfrenos para que pasee Miguel Delibes escopeta al hombro, que ahora se lleva mucho en las fiestas... Vragas Llosa con las campanadas, con los campanudos, con las uvas y con las habas, Vragas Llosa si eres un buen español y los saltos de esquí te pillan durmiendo y Vragas Llosa si eres un cursi de mierda y te encanta ver cómo se contagian  de Covid los austriacos, sonrisa idiota a sonrisa idiota, con la Marcha Radetzsky en interiores. Vragas  Llosa como lo más loco que se me ocurre ponerme esta noche de fin de año: por lo chillón, hipócrita, descerebrado y fuera de sitio que está el mundo a estas alturas. En la Chocolatería San Ginés se van a partir de risa cuando me vean aparecer esta madrugada con Vragas Llosa en la frente. Feliz Ano Nuevo. ¡Todos sin virgulilla después de tanta pandemia, cono!