viernes, 22 de julio de 2011

EL SER HUMANO ES CARNE (LUCIEN FREUD)








Nieto de Freud, Lucien Freud ojeaba los libros de su abuelito "para buscar chistes", decía. Dos rasgos más que pueden definirlo: el maltrato a sus modelos (implacables ocho horas de posado) y que solía arreglar sus diferencias, digamos de concepto, a hostias. Colega de Bacon y de Averbach, salió escopetado de Berlín cuando los nazis empezaban a cantar sereno y acabó en Londres, donde la comida basura. La copia de abajo ya la colgué hace tiempo. Fue una experiencia reveladora que me sacó rebotado de esa manera de pintar. Un sufrimiento de colores y de trazos muy aleccionador, eso sí. Pero la noticia de su muerte (como un perro, probablemente) me ha enternecido. Parece que ha muerto de un infarto, supongo que sobre ese sucísimo suelo de madera de su apartamento-taller, como el puente de una carabela abandonada. He buscado alguna foto buena (apenas hay) y en la web ara.cat había una bastante decente y con buena resolución. Es el retrato que me ha salido, intentando copiar su estilo y metiendo algo del mío (si tengo). Nunca lo hago, supongo que por discreción ("Dios mío, dame humildad, que de lo demás voy sobrado", Barón Rojo dixit), pero hoy me atrevo y la cuelgo también. Por el parangón. Obsérvese el rasgazo de personalidad de conseguir que el retratado no mire a los ojos como en la foto y que el ojo izquierdo esté un piso más arriba. Por darle "carácter" a la pieza. También lo he afeitado un poco, por no tirar de artificios y usar mi pincel de pegar pelitos. Un retrato a la manera clásica, leche. Así que un respeto al maestro y que en paz descanse ese tío loco.