jueves, 9 de enero de 2014

LOS LATIDOS DEL AGUILUCHO


Un tipo al que se le están juntando las comisuras con las ingles es el que decide sobre la moral en este país. Un tipo al que le rociaron de pequeño con un spray de vinagre es el que va a diagnosticar qué mujer está capacitada para la libertad y cuál no en este país. Un tipo con las cejas como dos panzas de rana es el que ha subido el precio de la justicia para los pobres, como los langostinos por navidad. Un cenaoscuras timorato, hipócrita y servil, que ha venido medrando y reptando por los vericuetos asesinos y conspiradores de la Villa y Corte de Madrid hasta alcanzar su máxima cota de Pato W.C., es el que se ha impuesto como Bedel de Mármol para lo que quieras hacer con tu cuerpo, tu vida, tu felicidad y tu búsqueda de costo en lo universal. Alberto Ruiz Gallardón. Aborto Ruiz Gallardón. Si no le tuviera ya la suficiente antipatía en el grado de aborrición, bastó ayer una mínima charleta de bar con un colega dibujante para confirmármelo como el monaguillo con superpoderes en que se ha convertido. Hablábamos de la revista "Madriz", extinta ya, la que fuera salpicadero de la movida y posavasos de artistas indiscutibles, entonces y ahora: Ops (El Roto), Ana Juan, Ceesepe, Fernando Vicente, Javier de Juan, etc., etc... El de arriba, concejal de no sé qué ya en 1984, con Álvarez del Manzano dando también por saco, fue uno de los monos furibundos que quiso cerrarla y quitarle la subvención que tenía del ayuntamiento, por suerte con Tierno Galván a los mandos. El alcalde dijo que por su cojones no se cerraba la revista y que los ofendidos entendieran que así se hablaba en la calle, y que así se vivía Madrid cuando ellos estaban rezándole a la virgen de la Almudena. Dejo que hablen los lumbreras que digo en un texto de archivo (El País, 23 abril 1984):


José María Álvarez del Manzano, portavoz de la oposición, criticó los diálogos, "repletos de alusiones al mundo de la droga". Frases como: "Toma, pecador, hazte un chiri" "costo culero" o "tienes un papelillo" fueron calificadas por el portavoz de la oposición como chabacanas. Álvarez del Manzano criticó, asimismo, las referencias de mal gusto a políticos, "con los que se puede estar de acuerdo o no, pero en modo alguno vituperarlos, ensalzando a su vez a héroes con nombres tan cariñosos como Supermarx o Supermao".
Fue aún más lejos en sus críticas a la revista el joven concejal aliancista Alberto Ruiz Gallardón, pues, según explicó, nunca se había enfadado tanto como aquel día. Calificó a la revista Madriz de "porquería repugante (sic), pornográfica, blasfema, en el sentido jurisdiccional de la palabra, contraria a la moral y a la familia".
Tras la polémica, el alcalde, Enrique Tierno, que no conocía de antemano el contenido de la revista, aseguró que se tratará de corregir el lenguaje empleado y minimizó las protestas de la oposición afirmando que todo el problema había surgido por una clara diferencia generacional: "Los jóvenes sacan una revista en la que se usa un lenguaje que yo no empleo, pero que se habla en la calle. Los carrozasse (sic) han enfadado y han aprovechado la ocasión para atacar al ayuntamiento". Enrique Tierno declaró también que "corregiremos algunas expresiones cuyo contenido es soez, pero la revista no va a ser modificada fundamentalmente".
Con estos mimbres de la época, hasta aquí ha llegado el cirio miope. Cuanto talento, cuanto artista, cuanta persona normal y con ganas de vivir ha de seguir jodiendo Gallardón hasta que alguien pueda arrimársele a la cara a decirle que está muerto, que lo deje, que ni sabía una mierda de la vida cuando Madrid estaba vivo, ni sabe una mierda de la vida hoy, con Madrid muerto y España en poder de los faraones. Por momias así se han jodido dinastías enteras. Generaciones enteras... Qué asco todo. Pero no quiero terminar la entrada con mal sabor de boca (mojama podrida), así que van algunas paginillas y alguna portada antológica de la revista "Madriz" de aquellos lejanísimos ochenta. Atentos a Supermarx o a Supermao... También había un personaje facha que no sale: Blas el Piña. Y qué maravilla ese otro que aparece abajo: Superfranki... No ha cambiado el panorama ni un ápice. Frankly, Ana Botella... Y el de arriba oyendo los reconfortantes latidos del aguilucho en cada pecho fascista que ausculta con su ley del aborto...