domingo, 13 de abril de 2014

CARTILLA PALÁU DEL NIÑO POBRE ANTISISTEMA


Lucía Figar se ha dado a sí misma una beca de guardería de 1.100 euros. Por familia numerosa, parece. Y ningún problema legal, parece. Moral o ético a lo mejor, pero quién usa ya esas palabras de perdedores. 1.100 euros para una guardería privada. Porque entre los sueldos de la pareja apenas si llegan a los 200.000 euros al año. 10.000 becas de comedor menos en la Comunidad de Madrid (o 50.000, qué más da), pero ella con la suya. Y su firma abajo, imaginamos. Para mí de yo. Porque me hicisteis llorar cuando Espe lo dejó. Porque soy de los míos y mi hija es de los nuestros y me vais a pagar los baberos Lacoste. Un atropello más en este sinsentido de guerra civil no declarada que silencian todos los medios (salvo la SER). Hoy, ni una referencia al expolio de la banda de malhechores del PP con su dinero de las extorsiones ganando campañas, ayuntamientos, comunidades y elecciones generales. La beca al bebé de la Figar, los desahucios, los salarios de mierda, la mafia de las eléctricas, los asesinatos en la valla y los niños enfermando de desnutrición mientras los fascistas dinamitan la escuela pública a ojos vistas. Luego los que revientan las pacíficas manifestaciones con batucadas en sol mayor son violentos y terroríficos antisistema que nos quieren privar de nuestro maravilloso estado de derecho Mirusté y de bienestar Oiga... Y a lo mejor es una metáfora lo de los baberos Lacoste para una cachorrita del Opus Dei a cambio de los macarrones de tu hijo, que era el único que comía caliente en casa... Y a lo mejor es una parábola el potito de caviar de esa "pobre" niña pija (qué culpa tendrá ella) a cambio del yogur de plátano de tu hijo, que era la única golosina a la que podía aspirar durante la semana... Y a lo mejor va a haber que ir sincerándose con unos cuantos niños a los que se les marque el costillar en esta África democrática, con unos cuantos niños que hayan comenzado a sospechar que todo esto ha empezado a ir otra vez por colores, por barrios y por estatus, y que vuelve a ser una cosa entre bien nacidos y malnacidos, directamente proporcional en lo económico, e inversamente proporcional en lo que respecta a la decencia y a la dignidad. Y a lo mejor, por comenzar a arreglar este desaguisado de la democracia irreal y la gran estafa, lo que habría que ir dibujando, y escribiendo, es la Cartilla Paláu del Niño Pobre Antisistema. Y no es que el niño pobre sea antisistema, es que el sistema es antiniño pobre. Y debería ir sabiendo cómo son las consonantes (la derecha y los ladrones de guante blanco, esa consonancia) y cómo son los vocales (de urbanismo, por ejemplo), y qué papel cumplen en su vida y en la de sus padres en la miseria. Una bonita Cartilla Paláu del Niño Pobre Antisistema ilustrada a todo lujo para que luego ellos ya se explayen en el recreo con sus primeras letras (arriba) y sus primeras frases, esas que se te quedan grabadas para siempre. En el dibujo de la "A", una bomba Orsini, de Anarquía. En el dibujo de la "B", la osa verde de Bankia. En el dibujo de la "C", una chistera, con la "C" de corrupción y con la "C" de capitalismo... En lugar de "Timoteo tiene una moto", "A Timorato lo timan un Rato", y en lugar de "Mi mamá me mima", "Mi banco me escatima"... No sé si empezar ahora con la tarea... o comentarle el proyecto a Miguel Brieva, que tiene más mano que yo. Por cierto, la portada que nos pintó para "Te lo Juro por la Crisis" es una maravilla, como podéis comprobar... 



Y ya puestos, la mía, que también tiene su miga... Recocidos los dos, la barra y el currante, este último  más tirando a quemado...