sábado, 11 de julio de 2015

WHERE THE STREETS HAS NO NAME


A Concepción Dancausa (arriba, feliz), Delegada del Gobierno en Madrid, le parece mal que se pretenda cumplir la ley y que las hordas rojas consigan por fin cambiarle su infame nombre franquista a algunas calles (170) de la capital. Corto y pego, directamente de Infolibre
La delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa, señaló este viernes que sería “un error” cambiar los nombres de algunas calles de Madrid que recuerdan a personajes relacionados con el golpe de Estado de 1936 y la dictadura franquista. “La historia de este país es la que es y ha tenido periodos extraordinarios y periodos probablemente más oscuros, pero yo creo que ignorar lo que ha pasado, eliminar los símbolos, tratar de borrarlo, a mí me parece un error”, sostuvo Dancausa.

La delegada del Gobierno advirtió que si finalmente se cambia la nomenclatura de estas calles, se estaría ignorando una parte de la historia de España, lo que podría llevar a cometer los mismos errores en un futuro. “La realidad es que si no aprendemos de lo que ha pasado, volveremos a caer en los mismos errores”, argumentó, informa Europa Press.
Se te desencaja la mandíbula y te entran los gatitos con esta señora. Con esta hija de falangista y con este argumento hijo también del franquismo. Son los nuestros. Aprended de ellos, niños. Golpistas, asesinos, torturadores, psicópatas... Todos a divulgar historia desde las placas. Lo mejor de nuestro pasado. Ojo, que si no le pones a una calle el nombre del General Yagüe, jamás aprenderás que este cerdo fusiló a más de cuatro mil personas en la plaza de toros de Badajoz. De hecho, ¿por qué ponerle el nombre tan solo? Propongo una placa más grande, con el nombre y con su hazaña más significativa. O al revés, Calle de la Matanza de 5.000 Civiles que trataban de huir por la carretera de Málaga a Almería a cargo del Almirante Francisco Moreno y sus barquitos haciendo puntería contra la madre que más niños llevara en brazos...  Y ahí, en esa calle, por ejemplo, vives tú. Y para poner tus señas de correo, escribes siempre el textito que digo. Con el número de muertos y tal. Sí, es una buena manera de aprender historia. De no repetirla. Todos los días. También podríamos ponerle a las calles nombres de virus y su habilidades para hacernos enfermar (aprenderíamos medicina) o de asesinos en serie (aprenderíamos criminología a través sus técnicas). Puestos a soñar, Calle del Cáncer de Próstata, Calle del Lento Ahorcamiento del Feto por el Cordón Umbilical que lo unía a su Madre, Calle del Jefe Esclavista, Calle de Mi Marido me Pega... Los nombres franquistas ya están: se admiten sugerencias para mejorarlos. ¿Calle de Concepción Dancausa, Orgullosa Admiradora del Régimen Fascista que Arrasó este Bendito País de Mierda?