ILLA, ILLA, ILLA...

Recuerdo un eslogan descacharrante durante las manifestaciones del 15-M: "Illa, illa, illa, Botín hijodeputa". Era absurdo, sin rima ni justificación alguna. Ni estaba por ahí Juanito Maravilla, ni Botín era probablemente un "hijodeputa", todo lo más un banquero sin escrúpulos, esa redundancia. Pero funcionaba. Bueno, "funcionaba". La gente lo repetía, se divertía, y a otra cosa. Porque el Illa de verdad, arriba, candidato del PSOE a las próximas catalanas, no sé yo si valdría para protagonizar cualquier eslogan con fuerza... Con fuerza, con gracia, con chispa, con gancho... La sombra de este hombre te deja soso un bacalao y hablando en un mitin capta la misma atención que un prohibido fijar carteles, así que salero parece que tiene poco, como no sea para dormir a la peña en la tele, que te coge la palabra y es para anestesiarla. A lo mejor su talento va por ese lado y es un político de consenso... y consiesta. "Con todo", Illa, Illa, Illa, Puigdemont, por ejemplo, lo que sea, aunque apetezca y preste una barbaridad... Y a espabilar, leche. A ver si nos vamos poniendo las pilas en Cataluña, que entre Junts y Esquerra sí que aburren ya a las ovejas desde hace años.