EL PSOE EN LAS PLAYAS

Susana Díaz no volverá a cruzar el paralelo 32 de Despeñaperros. La última vez que lo hizo el PSOE entero se subió a la terraza de su embajada en Ferraz-Saigón y la andaluza se limitó a tirarles un balón de Nivea desde su helicóptero de la Junta. Hola. Y adiós. Ni víveres, ni medicinas, ni armamento. Ahora el balón de Nivea para estas vacaciones lo tiene Madina y no parece muy dispuesto a compartirlo, por más que tres o cuatro dirigentes hayan corrido a ponerse los bañadores. Todos lucen moreno escaño. También Madina, aunque algo menos. Y la visión es patética, con el chiringuito cayéndose a pedazos, los dueños abanicándose con un espeto en llamas y la sandía de la izquierda con un traumatismo cráneo-encefálico y cubierta de moscas junto al menú de ideología mixta, tinto de verano (apenas rojo) y socialdemócrata spoken... Lo bonito de esos balones desde el cielo, cuando éramos pequeños, es que parecía que te los había regalado Dios. Sobre todo porque en la avioneta que sobrevolaba las playas inmediatamente después del helicóptero ponía: Julio Iglesias en el TIVOLI. O Felipe González en GAS NATURAL, ya no recuerdo, y era muy emocionante que alguien tan importante se acordara de los turistas de base.