domingo, 8 de junio de 2014

POR LA LIBERTAD DE EXPR


Manel Fontdevila ha dejado de dibujar y escribir para El Jueves. Se ha largado en un gesto que le honra. A ver los artistas que pueden llevar un salario más o menos fijo a casa todos los meses en España, y más últimamente con el timo de la crisis. Y a ver los artistas que renuncian a ello por principios. Porque se trata de principios cuando te censuran tu trabajo (60.000 ejemplares a la incineradora) para dorarle aún más la píldora a esta estomagante monarquía que tiene a todos los empresarios dándose codazos por colocarse al lado del Preparado en la foto de la Segunda Transición Borbónica (como la llama Anguita). La portada  de una revista humorística fuera de los quioscos (la segunda de Manel, siempre con la casa real de protagonista) y aquí pensando que vivimos en una "democracia". Si el dinero puede acabar con la libertad de expresión de la noche a la mañana, dime tú en qué términos se sostiene esta democracia de paripé que en unas semanas va a llamar soberano a un capitán de fragata por los cojones dinásticos de su padre, inviolable capitán general de los ejércitos. Soberano el pueblo, no, Felipe VI, el niño azul de sangre rubia que garantiza la estabilidad. Como si la estabilidad fuera buena cuando se están quemando las lentejas y aquí huele a mierda institucional hasta Suiza. Pobre país. Pobre revista rota. Grande Manel. Teniendo de jefe a Nacho Escolar, en eldiario.es no creo que te censuren nunca. O hasta que lo censuren a él quitándole toda la publicidad, a ver si escarmientan esos rojos radicales antisistema que, encima, hacen "periodismo a pesar de todo". Salud, chavalotes. Solidaridad obrera. Eso que suena es el crepitar de la incineradora. No nos pongamos nerviosos y a seguir escribiendo y dibujando. P'alante, Manel. Copio y pego su viñeta de hoy:

3 comentarios:

  1. "Desde el punto de vista democrático, esos afamados “países de nuestro entorno” deberían ser Myanmar (Birmania), Níger y el Vaticano. Por lo demás, estamos obligados a negar el término Transición allá donde aparezca. La palabra totémica de la Modernidad es criminal y embustera por un motivo esencial: porque no existió, salvo que confundamos la superficie de la sombra de la forma con la sustancia. Pero, desde otro punto de vista, es significativa porque retrata la religiosidad vergonzante de sus valedores para quienes, como si los Regímenes pasado y presente fueran Vírgenes Marías en su Ascensión, se ha transitado sin muerte de un estadio religioso a otro igualmente sacro. Además, el término sustitutivo Transacción es segmentario. Neofranquismo sería más comprehensivo."

    Antonio Pérez en: Estudios, Revista de Pensamiento Libertario nº3

    Salud!... y solidaridad con quienes se niegan a hacer su trabajo de rodillas.

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  2. Ring... desapareció el coito a tergo; ring... desapareció la corona 'enmerdá'. Menudo cigoto nos espera.
    ¡Hurra por Manel!

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