DOWNTON ABBEY, EL TOQUE BRITISH
Rodeados por maneras y formas propias de una pelea nacional en el barro, de una guerra civil de guiñoles asomándose por un inodoro, el escapismo por la frontera viene siendo una salida habitual: Colliure, México, Buenos Aires, Montevideo, Moscú... Saltando del 36 al 2012 propongo Londres por la via aristocrática de la serie "Downton Abbey". Contra el toque espagueti western (Galicia) borderline de Rajoy, contra el toque cazalla montería de Esperanza Aguirre, contra el toque soft christian porno de Dolores de Cospedal, el toque british de una elegante y original serie de aristócratas y criados, la guerra civil de siempre que recomiendo en su idioma original con los precisos subtítulos de la gente de "DIFUNDE LA PALABRA". Mi agradecimiento a ese entregado batallón de traductores adictos a las series. Por la palabra justa, campeones. Arriba, Jim Carter, el actor que da vida, y qué manera de darle VIDA, al mayordomo Carson. Me ha encantado pintarlo al óleo "digital" (Tableta Wacom) con el mismo aire de retrato del XIX que tiene el hombre, cuando la serie transcurre en el arranque del XX, prolegómenos de la I Guerra Mundial. Impresionante Carson y todo el reparto, incluido el dueño del cortijo, que, siendo el más pijo de todos, no puede caerte mal. Un hallazgo. Lo dicho. Dontonábey. Un escape a la campiña inglesa más elitista, milady. Con la tortilla de patata de aquí y una Mahou, se pasan unos ratejos estupendos.
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