jueves, 15 de marzo de 2007

BUHARDILLA DE LAVAPIÉS (9)



Estamos muertos y amables en el bar.
Malos y benditos, disparándonos con silenciador
en el cielo de la boca.
Haznos una Polaroid.
No saldremos.


Dicen que las copas se deslizan por la Gran Barra
como patinadoras adolescentes en minifalda.


Cantemos una simpática melodía lentamente durante semanas.
Seamos definitivamente monstruosos,
propongo.


Qué extraño contento ver al paracaidista que cae
y su paracaídas
que no se abre
que no se abre


Que no se abre.

Sólo le reconozco al Estado
la Nochevieja, el Alcantarillado
y la Operación Retorno.

Sólo le reconozco a Dios
algunas mañas.


Dios es un lejos preciso.


No es el dios que dirige los taxis hacia tu prisa.
No es el dios que imanta camareros hacia tu mesa.
Es Otro,
en Otras Cosas,
a lo Suyo.

El Poder distribuye las Barras por sueldos.
Los banqueros no saben beber en las nuestras,
pero nosotros nos adaptamos rápidamente a las suyas
el Día de Cobro.


Jamás lograrán quitarle al Pueblo
su fe en la Gran Barra.


Tras los cristales pasan las morenas
como si fueran en los lujosos coches
de sus culos;
pasan las rubias como si llevaran dinero en el coño.

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