lunes, 9 de septiembre de 2024

EL AJEDREZ Y EL PUTO CINE: ¡NO TOQUES! ¡¿POR QUÉ TOCAS?!

Eduard Fernández, arriba, es un magnífico actor. Impresionante su capacidad para encarnarse en el personaje que le toca en suerte. Desde el tipo más sublime al más abyecto. En una de sus últimas pelis, "Marco", le tocó la bola negra. Y borda una interpretación soberbia habitando un ser repugnante, un impostor sobre los campos de exterminio nazis. Esa roña humana, pero como de andar por casa. Una cucaracha con bigote y afán de protagonismo. Si no te la tropiezas, ni te fijas. Hasta aquí todo bien, y por eso la caricatura (se me nota la falta de entrenamiento con el programa avanzado del CS Illustrator, que Tesla confunda; se me volvieron locos los pinceles y los zooms, y dije guardo, paro, y lo que haya salido, por dió, por dió) y el reconocimiento al actor, al margen de todo y de todos... Pero la película es tirando a mala, por no decir desagradable. No te genera más que asquito y mal cuerpo, una pena, oye... Y en esas andaba, como que ya está, no pasa nada, tiene que haber películas así... Cuando te sacan una secuencia de ajedrez, probablemente falsa como todo en la vida de este hombre, en la que Marco juega con un SS, creí entender, y capta toda mi atención (hay una historia maravillosa, probablemente inventada, del campeón del mundo Alekhine jugando contra un oficial nazi en la cárcel, pero nada que ver con lo que quiero señalar)... Tablero mal colocado, de tiro en la nuca (primera fila con casilla blanca a la izquierda), y truño en el montaje con un mate de mentira donde una torre "parpadea" tras la edición, mano de Eduard incluida (38:41 torre negra en C6, ¡chas", 38:43 torre negra en C5, yendo a H5 a no sé qué, que se la comen), y les importa una mierda el raccord, la decencia y el respeto por el juego, que llega la Dama, da matarile (porque sabes que hay apoyo de otra torre en B8, venga a la moviola para verla), y el rey blanco "resigna"... Dos directores vascos que suelen ir en tándem, Aitor Arregi y Jon Garaño, y que ya me durmieron con "Andia" y me aburrieron (algo menos) con "La Trinchera Infinita". Podría abundar más en las cagadas de la secuencia con la supuesta partida legendaria donde Marco recobra "la dignidad" (qué vómito) jugándose la vida al ganarle al nazi, incluida la tontá de "Gané la batalla de Stalingrado" (Madre mía, ¿dejando a las blancas con el rey solateras y las negras con dos torres, dama, piezas menores y toda la pesca?), que ya me dirás tú el nivel, Maribel, porque son algunas cagadas más e igual de irritantes (mate de primeras con Da8, por ejemplo, puaj), pero paso de todo... Estoy hasta las narices de que se use el ajedrez en las pelis para darse no sé qué pisto de "inteligencia" o de "metáfora" de su puta madre y luego tratan las piezas como boñigas de vaca y al tablero como una cochiquera con rodapiés. Iros todos al peo y poned vuestras sucias manos en el parchís, que seguro que también da prestigio a la basura que estéis filmando...

2 comentarios:

  1. Se creen que el público es tan inculto como ellos.

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  2. Sin que sirva de precedente, estoy de acuerdo con usted. Detalles como esos son los que dan calidad al cine, como el uso de escenarios y ropas apropiadas a la época. Por no decir de la ausencia absoluta de bandas sonoras de calidad en el cine español, donde la música va por un lado (cuando la hay) y la acción por otro.
    Yo he dejado de ver cine español, aunque directores buenos los tiene o tenia Luis García Berlanga con su "Escopeta Nacional", La Vaquilla o El verdugo algunas películas magistrales como "Los Otros" de Alejandro Amenábar con la grandiosa Nicole Kidman. Y en otro ámbito tienes a Santiago Segura al que muchos desprecian por la saga Torrente, un exito que cumplia su mision: "pasar un buen rato". Alex de la Iglesia también tiene su "Dia de la Bestia", pero poco más, por lo menos para mi.
    Un saludo

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