¡VAMOS, LOS PIBES!

El violento y desaforado lunático de arriba, Javier Milei, puede ser el próximo presidente de Argentina el 22 de Octubre si le vota la suficiente cantidad de argentinos lunáticos, desesperados, cabreados, despistados, ilusos o suicidas. El arco de sus posibles votantes es amplísimo, como veis, pero es que los candidatos alternativos son muy escasos y, además, son más de lo mismo: viejos conocidos de la horrenda política argentina -Dios me libre de opinar sobre un país que no es el mío, pero opino- que, de salir elegidos a su vez, volverán a traer más inflación, corrupción, clientelismo, inseguridad, pillaje y la objetiva ruina del país con esas múltiples maneras de saqueo que han venido practicando sus dirigentes más nefastos desde Perón en una de las naciones (antaño) más ricas del mundo. La única ventaja demencial de Milei parece que es la novedad. O si quieren -y vuelvo a opinar infundadamente- la originalidad de proponer nuevas y descaradas formas de acabar con los derechos civiles de los ciudadanos a cambio de convertir al país en la fantasía erótica liberal de un economista al que no querrían de empresario ni en una junta de vecinos del Chavo del Ocho... Vamos, que el zumbado verborreico nunca la cagó porque nunca tuvo la oportunidad de cagarla... ¿Es motivo para dársela ahora? Los argentinos con un poco de cabeza (no la desmesurada del de arriba) ya dicen que Eceiza es la única salida actual de Argentina. Joder... Para mí siempre ha sido la Literatura el aeropuerto principal de Argentina (no el fútbol, ojo), pero yo no vivo físicamente allí y ya me vale con el romanticismo, que nunca ha sido demasiado práctico para abaratar la cesta de la compra o garantizar el bienestar social. Venga lo que venga, aunque sean tan mal dadas, aquí en España siempre tendréis casa hasta que pase el temporal, que somos hermanos y también nosotros hemos "votado mal" algunas veces. Mucho ánimo.

  

Javier Milei, visto por Sciammarella.