COINCIDENCIAS DEL DESTINO...
De mi etapa en el ambiente rebeldón y alegre del San Juan Evangelista (el Johnny) guardo momentos incendiarios y realmente memorables de su salón de actos: los conciertos de Bobby Mcferrin, Stéphane Grappelli, Dizzy Gillespie, o Javier Krahe y su Cuervo ingenuo... Y también de otros momentos más discretos, pero igualmente memorables en mi corazón. Dos coincidencias, en concreto. Dos meadas en los servicios, para ser exactos. Una junto a Ramón Tamames (arriba) y otra junto a Compay Segundo. Con este último volví a coincidir pasados los años en la escalera a los servicios del Eucalipto, un local salsero de Lavapiés donde paraba a repostar ron y mojitos la mayor parte de la Vieja Trova Santiaguera, qué purazos en la terraza... Pero con Ramón Tamames no he vuelto a orinar jamás en mi vida y mira que lo echo de menos. Afortunadamente, con Tamames postulándose para la moción de censura de los fascistas, no será difícil que ahora nos volvamos a juntar cualquier día en los servicios de la sede madrileña de VOX para cambiarle el agua al canario. Dos rojos de toda la vida, firmes en su trayectoria en pos del progreso social y meando en paralelo, hacia el frente, de lo más simbólicos los dos... Heroicos... No creáis que no me hace ilusión ver cómo se cumple esta coherencia del destino, como cuando Compay en solitario y luego todo Buena Vista Social Club. Por cierto, Buenavista, es una marca de inodoros...
El cariño que te tengo
No te lo puedo negar
Se me sale la babita
Yo no lo puedo evitar
Genial Cris...!!
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