LOS ESTÓMAGOS AGRADECIDOS CIERRAN LA COCINA, EN INGLÉS EL CASO KITCHEN
Ante la perspectiva de un juicio con mala pinta, esto es, sentencia desfavorable, el pobre se jode con su abogado de oficio, el rico cambia de abogado y el político corrupto cambia de juez. Arriba, el juez Manuel García Castellón, el encargado del caso Kitchen. Acaba de dar por finalizada la fase de instrucción (creo que se dice así) y sólo van a cubrir de alquitrán y plumas al ex ministro de interior Fernández Díaz, el beato del ángel de la guarda que le aparca el coche. Se libran los pestilentes peces gordos que ordenaron el espionaje y el acoso a Bárcenas para quitarle las pruebas que tuviera en su contra, Mariano Rajoy y Dolores de Cospedal. Lo consiguieron. Ni los van a tocar. Rajoy ni siquiera tiene que declarar, gracias al juez apesebrado que digo. Veinte años disfrutando de las prebendas del PP como para que ahora que han cazado a sus jefes en una mierda más (y las que quedan) no salga él de su caseta de perro a espantar cualquier fantasma democrático y cualquier atisbo de justicia. Menudos mordiscos le pega él a los fantasmas (gracias al PP, 9.500 € al mes en Francia y en Italia en un puesto de lujo y sin saber ni papa de francés ni de italiano) y menudos tarascones le arrea él a los atisbos... A los de justicia y a los de decencia... Y no le desacates en esta merienda de negros, que te cierra la cocina, como así ha hecho el estómago agradecido, y a los demás que nos den por saco.
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