REDACCIÓN: EL FASCISMO
El fascismo es muy bonito y muy alegre, señorita, y lo mismo tiene camisas negras y brochas negras que luego no quiere tener nada con los negros porque mi libertad empieza donde he machacado la tuya, dice mi padre, que seguro que también piensa que el fascismo es muy bonito y muy alegre porque se le encienden los colores. Como animal veterano, vertebrado y perenne de bandera caduca, las cuatro fases más comunes del fascismo anfibio de metamorfosis son las Montañas Nevadas, las Caras al Sol, las Carrozas con Carrozas al Viento Descapotable y el Secarral en las Cabezas Por Eso Me Pongo Tanta Brillantina, hasta las mujeres. Las mujeres fascistas son muy dueñas por ser amas de casa que huelen a amoniaco y a mí me gusta como en el chiste verbigracia, y los hombres fascistas son muy hombres pero porque lo pone en la consigna, dice también mi padre, señorita, que ahora mismo está cantándole en el comedor a una tal Carmela, ay, y a lo mejor es la cajera sudamericana del Ahorramás que siempre está sonriendo aunque sea la que tiene la cola más larga, el Ejército del Ebro, canta mi padre, que no para de distraerme, señorita, pero yo sigo lo que sé. Al Fascismo el gusta el movimiento por la parte de la falange como a las mujeres de cuello de jirafa de África por la parte del cuello, una atrofia muscular desde la falange al hueso bisagra del hombro que les hace tener el brazo derecho extendido con tratamiento de ultrasonidos del himno de España para aliviarse el dolor histórico parando un taxi. Y lo que le decía antes de las ranas anfibias pleonasmas, que se ponen nombres muy bonitos y muy alegres como su propio nombre indica: Macarena Olona, la Virgen de la Brocha Fregona, por eso el olor tan agradable del amoniaco (arriba), o Rocío Monasterio, La Muselina, como Mussolini pero en arquitecta con pelazo. Y no sé más del Fascismo, señorita, porque lo que está chillando mi padre en el comedor no se lo voy a poner todo por escrito en la redacción. Que no pasarán, me grita, digo yo que por lo del suelo fregado. Y cuando nos ponga otra redacción del Fascismo, El Fascismo 2, como cuando nos puso El Verano 2 y nosotros solo habíamos ido un fin de semana a Gandía (por eso la dejé en blanco), esa se la redacciona mi padre, que ya ve usted la redacción tan fuerte que le provoca el Fascismo. Mire usted por donde, escribiéndole de Gandía ahora quiere ir al frente de Gandesa, primera línea de fuego, a lo mejor donde las barbacoas, no sé. Una vez estuvo en el frente de un bar de luces y tampoco entró, que yo lo vi, y usted perdone la intromisión, aunque fuera que no, señorita.
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