Ministra de Hacienda y Portavoz, María Jesús Montero, en una foto de ELPAÍS de encuadre muy particular y con su protagonista en una pose también muy peculiar... Fue verla y me quedé parpadeando sorprendido... ¿Qué leches se me había cruzado por la retina? ¿Algún mensaje subliminal? O se acaba de aparecer esta mujer en plan virgen a los pastorcillos y les está comunicando alguna revelación estupenda o está en la postura idónea para que nos la echemos a hombros y la saquemos en procesión. Lo que vi en ese parpadeo fue la polaroid que saco inmediatamente de mi cabeza y que comparto:
Ese balanceo en las chicotás... Sus gafas de una óptica buena de Nazaret, al lado de la carpintería de aluminio de su marido... Su medallón de los picnics en el Monte de los Olivos... Su rebequita de madre echada por los hombros, que en abril siempre refresca... Y esa bandeja con el desayuno que iba a llevarle a su hijo al Santo Sepulcro y que cae de sus manos abiertas en la sorpresa...
Creo que el título del post es muy acertado jajaja
ResponderEliminarSaludos.
que mal nos esta haciendo el encierro jaja... saludos
ResponderEliminarCuidado con el café muy cargado por las mañanas. Se ven cosas...
ResponderEliminarGracias por comentar, Elvis, JLO. Ánimo.