DIARIO DEL CORONAVIRUS EN ALGÚN LUGAR DE LAVAPIÉS (17º DÍA DE CUARENTENA)
Estrés. Ni en los años más locos de actividad callejera, laboral o criminal he sentido nunca esta sensación presente de frenesí. De locura poliédrica... Intento repasar lo que he hecho al cabo del día y se podría condensar en una ínfima entrega por correo electrónico para el curro. ¿Y el resto? Ni idea. No lo sé. Sólo puedo precisar y a grandes rasgos la imagen de un huracán de memes, textos y avisos de alerta arremolinándose alrededor de mi cerebro-flan como un enjambre de avispas, en principio, maravillosas.
Aturdimiento. ¿Puede ser una fase de la infección por coronavirus? De cualquier manera, yo la decantaba científicamente en laboratorio y se la vendía a la Policía Nacional para que cargara con ella sus pistolas eléctricas Taser.
Una amiga me cuenta por wasap que está leyendo el "El Clan del Oso Cavernario". Le comento que puede ser autobiográfico estos días y me confirma que sí, que mañana sale a cazar un dientes de sable al Carrefour.
Comienzan a circular textos contra el gobierno y contra la iglesia. No sé si esta es también otra fase de la infección por coronavirus, los mensajes revolucionarios, los panfletos y las murmuraciones, pero cuando le llegó el primer wasap incendiario a María Antonieta tampoco se imaginaba la que se le venía encima, justo por la zona de la nuca...
No hay comentarios:
Publicar un comentario