DIARIO DEL CORONAVIRUS EN ALGÚN LUGAR DE LAVAPIÉS (15º DÍA DE CUARENTENA)
He visto esta mañana en la tele unas imágenes antiguas de un mercado callejero de Wuhan, la ciudad china de la que al parecer salió el coronavirus a conocer mundo, y todavía tengo una arcada metafísica incrustada en el cerebro junto a la imagen de perros descuartizados, murciélagos en montoncitos como los pollos y serpientes frescas... Así que el bicho que salió de ese mercado, si es que salió de allí, era, sin lugar a dudas, el más modosito de la clase. Hemos tenido suerte.
Soy más del Toque de Cádiz que del Toque de Queda, pero parece que es la opción preferida de los países de América Central para que la gente se quede en su casa. Nuestros policías pueden dispararnos a los ojos con una ironía, un sarcasmo, o te pueden soltar a quemarropa todo un párrafo del código penal con escupitajo oral y escrito de multa, que es grave, o sanción, que es aguda... Allí te pegan un tiro de los de verdad si se te escapa el perro.
Dios bendiga a los portugueses. Han dado la cara estos días por nosotros frente al atropello de alemanes y holandeses. Su primer ministro ha calificado de repugnante su actitud. Recordadme que cuando pase todo volvamos a Lisboa a pedir camiones cisterna de viño verde, barreños de bolliños de bacalao y cazuelas de marisco con arroz como la plaza de toros de la Malagueta. Y en Oporto una francesinha para llevar (tamaño normal) y que coma Lavapiés entero hasta hartarse: lo que sobre para la cena. ¡Viva Guimaraes! ¡Aquí nasceu Portugal!
Acabando un libro magnífico de Pío Baroja, una recopilación sobre sus escritos de paseante y sus opiniones de flaneur acerca de golfos, pordioseros, vagabundos y demás. "Las Calles Siniestras . Antología del Eterno Paseante", una delicia que me regalaron para mi cumpleaños. A. ha comenzado "Los Tipos Duros No Bailan". Una novela regular pero con fogonazos espectaculares (ya habló el pedante que la leyó y la olvidó en su gran parte). A ese respecto, unas risas. ¿Cómo se dice en inglés (o en americano) "correo ordinario"? NORMAN MAILER.
El chupito de ron no me ha llamado en nuestro aniversario. Todavía. Creo que fue a eso de las 17:00 cuando nos conocimos en mi última barra de bar. Su llamada me sorprenderá agradablemente en mitad de la siesta. ¿Qué habrá estado haciendo estos quince días sin mí?
Dicen los que saben que cuando pase esta pesadilla el regreso a la normalidad será paulatino. ¡No esperaba menos! ¡Paulatino porque nos lo merecemos! Paulatino, con una bacanal por todo lo alto a la que iremos en carrozas engalanadas mientras suenan clarines y se oyen salvas de fusilería en nuestro honor. Un regreso paulatino, versallesco, elegante pero oliendo a orgía y a desmadre, todo muy francés... Ah, ya sueño con nuestro regreso paulatino a la normalidad...
Hoy, pisto manchego con huevo frito y ensalada de tomate y aguacate. Al igual que este encierro en su parte mística, lo comeremos todo a la salud de los científicos españoles que se están dejando las pestañas para encontrar una vacuna cuanto antes. Pero no os agobiéis innecesariamente, chavales: si esperáis al final de la cuarentena, cuando salgamos todos a la calle tendréis los anticuerpos que queráis para vuestros experimentos...
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