PREJUICIOS FISCALES

Piensa el fiscal que todos son de su condición. Y claro, te roban cuando estás tomando posesión de tu cargo como jefe de la fiscalía anticorrupción. Como comienzo en tu nuevo trabajo no está mal. Luego te toca ir a por tiburones que roban millones de euros desde sus cargos políticos y los dejas pasar, porque tu obsesión son los cacos de Chamberí que aprovechan un descuido de la criada para robar colecciones de relojes y llevarse la calderilla de los cajones. ¿900 euros en metálico danzando por casa, señor Luzón? Qué suertecilla, los cacos... Se ve que salgo poco a la calle y no sé cuál es la media estadística entre los fiscales en cuanto al número de monedas sueltas que se estila ofrecer a las visitas debajo de los cojines del sofá... Pero permitidme que entrecierre los ojos con algo de suspicacia cuando este caballero me cuente sus investigaciones y esfuerzos contra la corrupción en este país. Además, al hacerle la caricatura, te das cuenta de que el amigo tira más a la fisonomía de los que están presos con los hermanos Dalton que a la de Lucky Luke. Prejuicios de pintamonas, sí, pero tuve los mismos con Moix, su antecesor, y mira tú.