RAFAEL HERNIANDO (2)

No puedo con él. Casi como Aznar, me es... sobrenaturalmente odioso. Y lo exorcizo pintándolo. Supongo que esto tiene antecedentes psicoanalíticos en alguna metodología terapéutica. En lugar de contarle al psicoanalista mis pulsiones con este tío, le pinto la jeta abundando e incidiendo en lo más repugnante y venenoso. No es vudú, pero a lo mejor en estos momentos le están doliendo sus comisuras canalones de baba o siente un pinchazo en el párpado derecho y es que su niña zombie del ojo se ha roto el hueso cuqui de tanto mirar podrida a la gente que no es de su ralea. Cosas así. Si me dedicara a la escultura, hace un rato que se habrían escuchado los martillazos hasta en Torremolinos... "¿Ya le están haciendo otra escultura a mala leche a Rafael Herniando?"  Y por lo que le dijo a Irene Montero, el malnacido. Machista no. Malnacido. 

Pagarás esas lágrimas. No sé cómo, ni cuándo, ni de qué forma. Pero pagarás. 

A lo mejor con que mueras olvidado, solo y de viejo.