LA MUTACIÓN DEL YONKI
Uno de los problemas de los yonkis del dinero cuando ven la luz y tratan de desengancharse es que comienzan a hablar como los ponys, se peinan como los ponys y quieren que tú también comas margaritas, otra vez como los ponys. Con lo cual hasta los niños se les suben encima y pierden bastante credibilidad. Como cuando te sacan una confesión con torturas, a los yonkis del dinero con olor a lavanda, huele, oh, elegido, hasta que vuelva a ti la pureza: Mariano Rajoy estaba al tanto de todo el saqueo de Valencia. Relinchito. Sonrisita. Marcos Benavent, arriba. Para una vez que viene a nosotros una víbora arrepentida, pony para toda la vida.
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