martes, 22 de septiembre de 2015

C.B.




Uno imaginaba de pequeño que todo lo bueno que pudiera llegar de Sudamérica tendría que entrar por sus puertos naturales de Cádiz y Coruña, tal vez Lisboa... Pero el Boom Hispanoamericano entró por Barcelona, aunque también de forma marinera. Con Carmen Balcells como concepto boya y con Carlos Barral al timón. Literatura fina, C.B. Hoy todos están muertos, incluido Vargas Llosa. Incluido Bryce Echenique. En los sesenta y setenta se nos llenó España de gloriosos refugiados en sus editoriales de acogida. Cuando Barcelona era una alegre Maracaibo llena de canciones piratas que chuleaban al Gobernador Paquito. Hoy cualquier ministra rubia es capaz de ponerle la zancadilla al Gabriel García Márquez que corra con su coronel Aureliano Buendía en brazos. Y sin ninguna boya nodriza que lo salve de morir ahogado. Sin ningún editor que huela a salitre y con el aspecto de poder encararse con el aristócrata meapilas y toda la escolta que le pongan por delante en una taberna del puerto. Descansen en paz todos. Muy buena tendría que ser la próxima novela de Bryce. Y a Vargas Llosa que le vayan dando por... celana.

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