jueves, 20 de noviembre de 2014

SEVILLA TIENE (HOY) UN OLOR ESPECIAL


Ha muerto La Duquesa de Alba. ¿Le habrá dejado en herencia parte de sus latifundios a esos jornaleros que ella llamaba delincuentes? ¿Parte del obsceno e histórico patrimonio de la grandilocuente Casa de Alba a Patrimonio Nacional? Nunca fue por lo que era, sino por lo que representaba. Ya costaba ver un escudo nobiliario y unos miles de millones de euros en lugar de un muñeco roto con problemas de dicción y el bótox afeándole la cara, pero la gente lo hacía, con el espinazo doblado. Y hasta puede que ella no tuviera demasiada culpa en eso. Descanse en paz la mujer. Repito, la mujer. El simbolismo de haber muerto en el Palacio de las Dueñas (de España) me impide ser más generoso con su memoria.

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