CASTING DE CORRUPTOS

A mí me aparece este señor de arriba en un casting para el papel de cacique corrupto (ese pleonasmo) en una serie española y lo contrato inmediatamente. Un tipo fisonómico que bordará el papel a poco que sepa decir las cuatro o cinco burradas de tiranuelo podrido que haya en el guión. "Quemad sus cosechas", "¿Dónde está mi 50%?", "En este pueblo se respira solo si yo lo digo". Un crack. Pero si pudiera charlar con él y comprobara que detrás de esa cara granujienta sólo hay un buen actor con un fuerte condicionante físico (como Danny de Vito, o como Rafaela Aparicio en su género), le desaconsejaría que se metiera en política. Entre carcajadas. ¿Quién iba a votarle para nada con ese aspecto de bicho trinconero? Ja, ja, ja... Pues todos los que le votaron en León y lo auparon hasta ser el brazo derecho de otra política (asesinada) de su misma cuerda, Isabel Carrasco. Hoy está detenido. Capturado en el lazo anticorruptos del juez Eloy Velasco. Era el presidente de la Diputación de León. Marcos Martínez. Un monstruo de verdad en la fiesta del Día de Todos los Difuntos. Un monstruo de verdad por las calles y por los despachos de León todo el año. Oh, fatalidad, que no nos habíamos percatado... Igual que Francisco Granados, ese otro bicho capturado en el mismo operativo y con el descarado, evidente, notorio y constatable aspecto de chulo depredador por megafonía. Que llevamos veinte años con el oído al traste. Y el ojo para los castings en las urnas.

Y otro making of (*) del currele con la tableta, esta vez salvando con más precisión las idas y venidas del pincel y con una pantalla mayor, aunque habría preferido otro barro que modelar)

(*) Gracias por la corrección, anónimo USA.