EL TORO DE LA VEGA, LA GALLINA DE LA SIERRA Y MERCEDES MILÁ
En la edición 1500 de Gran Hermano, franquicia de Tele 5 con algún nieto bastardo de George Orwell, la presentadora también se ha encerrado con los consursantes en la casa de Guadalix de la Sierra. Una novedad en la evolución del escaparatismo onanista del programa a la que se añade la participación por parejas de los ganadores en el casting de psicópatas (60.000 se presentaron: un ejército de intelectuales). La pareja que eligió Mercedes Milá para preservar la raza en la casa pija de Noé (o mejorarla) fue una gallina. A todos los efectos, junto con una cabra suelta que había por ahí y que no atiné a filiar, con más talento y cordura que los otros bípedos. Lo que le espera a la Gallina de la Sierra no va a ser muy diferente que lo que le esperaba al Toro de la Vega. Fotogenia y Muerte. Ah, cómo son estos festejos de la cultura, la tradición y el rating... No sé la experiencia vital que sacará la gallina de esto (me temo que no a comportarse civilizadamente), pero es probable que más de uno y más de una aprenda a comer lombrices con algo de decoro, porque lo que es tragar, ya sabemos que van a tragar con todo.
Una gallina puede llegar a ser un buen avío. Recuerdo una portada de la extinta "La Codorniz" en que aparecía (no sé si era Pablo el dibujante) un aldeano acostado en una cama de barrotes de hierro. A su lado y asomando por encima del embozo, una gallina. Se entreabre la puerta del cuarto y asoma la cabeza de una oveja. El hombre exclama: "¡¡¡Maldición, mi señora!!!"
ResponderEliminarJa ja ja. Bonito chiste, Fred.
EliminarCuando era joven (ella) me caía bastante bien, pero está visto que, en su escala de valores, ha primado el dinero.
ResponderEliminarOtro de gallinas:
ResponderEliminarEntra en un restaurante un tipo con una rubia de un brazo una morena del otro y una gallina, se sientan y piden filete con patatas para el hombre, vichyssoise para la rubia, ensalada para la morena y todos los platos del menú para la gallina. El camarero pasa la comanda a la cocina, se lo sirven todo y se lo comen tanricamente. A la hora de pagar el maître les pregunta a los comensales si eran tan amables de explicarles el increíble apetito de la gallina, a lo que el hombre respondió:
- ¡Con sumo gusto caballero! iba yo un buen día paseando por el Rastro y vi una bonita lámpara antigua, la compré y al limpiarla apareció un genio. Como es sabido en estos casos me ofreció tres deseos y yo, sin pensarlo mucho le pedí: una rubia espléndida, una morenaza y ¡una polla insaciable!
Perdón perdón perdón..