domingo, 6 de julio de 2014

ESA BONITA TOLERANCIA A LOS GAYS EN MADRID


1 comentario:

  1. Un consejo a mis queridos gays (el nombre que les damos no deja de ser una frivolidad: gay...). Un consejo desde la simpatía militante, desde la solidaridad, desde el compromiso: no os mostréis de aquesta guisa malasáñica... Un homosexual se ha de reivindicar como un ser humano corriente: camarero, profesor, buzo, registrador de la propiedad, militar, quiromante o camionero ¿A qué esa desaforada alegría travestida y pintarrajeada, cuando no procaz y "enloquecida"? Creedme que la KAUSA no gana nada con semejante despendole. Un colectivo que ha sufrido tanto no ha de hallar el contrapeso en ofrecer una imagen frívola y radicalmente opuesta a la de los ciudadanos de a pie.
    De modo que postulo que los homosexuales varones desfilen haciendo gala de su virilidad (hay mucho ignorante que piensa han de ser afeminados por necesidad), serios, si acaso desafiantes, con un brillo reivindicativo en la digna mirada... Y las lesbianas, con toda la femineidad que atesoran, que ser lesbiana no está reñido con ser muy mujer (que diría el vil Aznar).
    Creedme que me apeno cuando veo este carnaval callejero; dais la imagen que quieren ver vuestros enemigos: que sois unos bichos raros, que no sois personas respetables como los "demás".
    Así que en el próximo desfile del Orgullo quiero ver muchos monos de mecánico, portafolios de ejecutivo, sables de oficial de caballería, batas de enfermera, niños en los brazos maternales...
    De todo corazón os lo pido, amigos míos.

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