"ORGULLO Y SATISFACCIÓN", PERO AHORA DE NUESTRA PARTE

Desde las seis de la tarde, hora en la que el rey saliente ha firmado su carta de renuncia, hasta las doce de esta noche en que el príncipe se convertirá automáticamente en rana regia, este país es virtual y sarcásticamente republicano. No hay nadie arriba. Ningún histórico semen en 3D pilotando el avión. Así que probablemente ése haya sido el motivo para que los dibujantes exiliados de El Jueves eligieran la intempestiva hora de las seis p.m. para presentar su revista digital de contrataque, "Orgullo y Satisfacción", en El Teatro del Barrio, calle Zurita, corazón de Lavapiés. En streaming para Público, con Paco Alcázar (graciosísimo), Manuel Bartual (el editor, cuarenta horas sin dormir), Luis Bustos (no, no soy Isaac Rosa), y con Olga Rodríguez poniendo el puntito reivindicativo, han contado sus locas aventuras de estos últimos diez días para sacarse la espina de la censura y responder a la putada de la Redacción de El Jueves que no puso pies en pared ante la barrabasada empresarial de RBA. Conexión por Skype con Pepe Colubi y Monteys desde Barcelona, y con Vergara desde Huesca, y unas risas... ¿emocionantes? Y no, no éramos cuatro gatos. Y no, no éramos una sentada de frikis... Incluso por un momento pensé que allí había más verdad y más talento que todo el que jamás pudiera ponerse del otro lado, como en una partida de póker, o como en una puta guerra civil, trinchera destrozada frente a trinchera bajo palio. Y no porque el humor merezca realmente ninguna defensa, que se defiende él solito, pero la libertad sí. Y en eso parece que estamos. En otras vísperas que las del calendario monárquico. Nuestras vísperas. Las de siempre. Las de los eternos postergados, los de las cunetas, y las vísperas de los que hoy han sacado la republicana con más mala hostia que esperanza, pero ahí están. Aquí estamos.

Y quince mil ejemplares vendidos en unas horas.
Aquí.