miércoles, 16 de abril de 2014

REDACCIÓN: LA SEMANA SANTA (2)


La Semana Santa es muy bonita y va todo el mundo vestido con el forro por dentro de un joyero y hasta con el joyero de al lado, que les sobra tela para hacerse bolsas de pan en la cabeza y cucuruchos boca abajo, que es lo que más miedo nos da a los niños, para que no se vea que se les derrite todo el helado interior de pecados color pistacho. Otra cosa que se derrite en Semana Santa, que es muy bonita, es la cera de las velas y el maquillaje de mi tita Antonia, y el rimmel, sobretodo y verbigracia cuando sale una viuda que no es ella a un balcón envuelto como para regalo y le chilla al alcalde y los de los tambores comienzan a tocar a muerto porque el alcalde pone cara de haberse tirado un pedo, con perdón, y a la de los gritos le llega el olor hasta arriba y protesta más y unas veces huele a incienso, que a saber en qué plato se lo han colado al alcalde, y otras huele a clarín, según mi padre, que es el olor de los amaneceres, los fusilamientos y las mentiras en Argentina. Pero lo que más tiene de bonita la Semana Santa es que todas las iglesias sacan el concesionario por fuera y los comerciales se ponen en fila y cambian los vigilantes de seguridad por romanos como mi primo Joaquín, que todo lo que ha estado en Roma lo sabe por los calamares a la romana y ese vacío en la mirada se le nota cuando se queda parado al lado de uno de esos coches con faralaes. O mi prima Vanessa, la soltera, que de día trabaja de muñeco en San Martín de la Vega, en el parque de la Warner, y de noche se viste para la procesión atea que ha prohibido la Cifuentes. Lo de la procesión atea no lo entiendo, pero lo pongo, señorita, y la foto selfie de mi prima Vanessa (ella era más del Demonio de Tasmania, pero ya estaba cogido), que dice mi padre que si usted pide redacciones así, yo me encuentro con una bula de repente, que tampoco sé lo que es, y usted se encuentra con el Pato Lucas de la familia y con un trabajo escolar que a ver cómo lo evalúa en un estado laico, que me explica mi padre que es cuando se cambian los palios por toldos de playa y a la del balcón por Georgie Dann, cogiéndola de las corvas.

4 comentarios:

  1. uaaaaaahh....jajajajajaja
    Nada más picar y ver al pato vestido de mantilla he regado la pantalla con la explosión de la carcajada (que conste que que es una de mis frustraciones, no haberme vestido aún de mantilla, cuando una ya va para vieja), pero al leer tu texto, ya se me han saltado las lágrimas de la risa. Lo has bordado, lo que es habitual en ti.

    (una amante de la semana santa sureña que ayer escribió esta entrada, con tu permiso: http://sevillasemanasanta.blogspot.com.es/2014/04/la-ss-de-sevilla-del-pp.html)

    ResponderEliminar
  2. Juás. ¡Esa semana santa en Sevilla...! Y las que viví yo de chico en Málaga, que me llevaban de la oreja, como un llavero... Tela.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ...¡marinera!, (que ya había intuido tu raíz malagueña) ;)
      Estamos tooh cortaoh por el mismo patrón,... lleno de matices, por tu supuesto...
      XD

      Eliminar
    2. (sobra el "tu" de las tres últimas palabras, malditas correcciones sobre la marcha, valga la asonancia, jejejeje..me suena a cornetas, jaaaa)

      Eliminar