domingo, 8 de diciembre de 2013

RAJOY TAMPOCO TIENE LA "INTENCIONALIDAD ESPECÍFICA" DE MATARNOS A TODOS


La sentencia a 80 años de cárcel al dictador guatemalteco Efraín Ríos Montt ha sido anulada por el Tribunal de Constitucionalidad del país por un defecto de forma (llamémosle así) en el procedimiento de la jueza Jazmín Barrios (acusada de desacato) y porque no quedó probada la "intencionalidad específica" del general de cargarse al pueblo ixil. En concreto. Mató a unos 1.700 y violó a sus mujeres, pero no había ánimo de genocidio, como parece ser que hay que demostrar en tales acusaciones. Si a eso le añadimos que los jueces de la corte de superioridad jerárquica a la de la jueza Barrios estaban amenazados por unos cincuentamil paramilitares y por la asociación fascista del comercio, entendemos que se echaran para atrás en la condena de su Santo Asesino. También marró en su caza nuestro juez Santiago Pedraz hace unos siete años y la premio nobel Rigoberta Menchú. Es el destino de todos estos intentos de hacer justicia con los megavillanos. Con Pinochet y Videla como precedentes (apenas unos respingos judiciales al final de sus putas vidas) y con Berlusconi haciendo también malabares con sus abogados, aquí vamos a juzgar los crímenes del franquismo cuando el genocidio se equipare al delito de hurto en algún juzgado de las Islas Caimán. El paripé de retirarle el pasaporte a los dos torturadores sobre los que se ha pedido la extradición desde Argentina no es más que una metáfora hiriente de todo lo que hay detrás. Billy el Niño de putas y el Muñecas haciendo footing por El Retiro. No hay pasaporte. No pueden viajar. Os coméis la extradición. Son de los nuestros. Como si en Inglaterra fueran a juzgar a Tony Blair por crímenes de guerra o aquí a Aznar por lo mismo (más el agravante de hacerlo en contra de todo el pueblo manifiesto y soberano). Como si lo hicieran en EEUU con Cheney o con Bush Jr. Como si la justicia fuera otra cosa que un ejército de abogados multimillonarios trabajando para los malos por un lado y por el otro cuatro tristes jueces amenazados de muerte. Y no se te ocurra intentar darle la vuelta a la tortilla, que acabas siendo un terrorista como Mandela o queriendo encontrar a tu abuelo muerto sólo cuando hay subvenciones. Ríos Montt hizo su escabechina en apenas un año. Cuando acabe nuestra pesadilla fascista de cuatro años, veremos cuántos muertos ixiles deja el Registrador de la Propiedad sin "intencionalidad específica" de matarnos a todos en favor de la Asociación del Comercio.

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