EXTRAÑAS PAREJAS DE BAILE

Si se pueden morir en la misma semana Manolo Escobar y Lou Reed es que hay que andarse con mil ojos para que no se muera nuestro contrario y nos arrastre. De este lado del espejo se está muriendo gente que no se había muerto nunca y como novedad de mercado se ofrecen en dos por uno o en tandem con productos sorprendentes. Cuidado que no seas tú la espuma de afeitar que se regala con las medias antivarices, la bolsa de madalenas que cuelga de un esparadrapo de la edición de lujo de "En Busca del Tiempo Perdido", la varita de incienso que viene de marcapáginas en un libro de autoayuda. Que se muera Forster y vaya detrás Calatrava. Que se muera Wim Mertens y le siga José Luis Cobos. Que se muera Fred Vargas y que esa tarde misma la palme Lucía Etxebarría. Que se muera Nelson Mandela y un minuto después Mariano Rajoy... Con todo, a Manolo Escobar no puedo más que estarle agradecido por los buenos ratos y el poco daño que ha hecho pudiendo haber arrasado con este país. Descanse en paz el hombre. Y a Lou Reed agradecerle también todos los años que sobrevivió a la Velvet (esa revelación cuando no tenía veinte años) para poder hacer temas como el del sucio bulevar (Dirty Boulevard), que me lo seguiré poniendo para caminar por el lado salvaje, en lugar del tema más obvio. Descanse en paz.