viernes, 20 de septiembre de 2013

ABUELITO, DIME TÚ


Hay cosas en este país que sólo tienen explicación con la premisa de un gobierno criminal y el soporte de una red brutal de empresas mafiosas. La continua y maloliente presencia en el espacio público de ciertos individuos avala este supuesto. Esas estampitas porno del capitalismo salvaje en horario infantil, en hospitales, laboratorios, universidades, colegios y oficinas del paro. La obscenidad de sus figuras urdiendo impunemente los mayores robos desde bancos delincuentes y consejos de administración de antiguas empresas públicas justificaría cualquier estallido social del tipo "hagamos que el miedo cambie de bando". Pasarán los años y los niños del futuro podrán hacernos la terrible pregunta que hasta hace poco le hacían los niños alemanes a sus abuelos: "¿Qué hacías tú mientras estaban pasando todas esas cosas horribles?". Por cómo le pagan las bandas con logotipo, lo que le admiran los fascistas, y el incomprensible y vergonzoso influjo paralizante que ejerce sobre políticos y jueces, sólo me queda hacer la reflexión de cierto guionista cuando le preguntaron lo que pensaba de Hitler: "¿Hitler? ¿En lo suyo? El mejor".

1 comentario:

  1. He pensado muchas veces en esa pregunta en boca de mis nietos y me aterra sólo imaginarla, pero realmente es que estamos tan quietos que tienen el mejor de los públicos para hacer lo que les venga en gana.

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