SOTANAS EN ZARA
Según el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, la ONU tiene un plan diabólico para que la población mundial se vuelva homosexual en veinte años. Ese plan comienza en la escuela enseñándoles a las niñas y a los niños lo que es un espermatozoide, un óvulo, el Binomio de Newton y una postal del Apocalipsis. Demetrio Fernández conoce perfectamente lo que es la ONU, el Binomio de Newton en la cama, y lo que vienen siendo los homosexuales, uno por uno, que lo tiene comentado con el Obispo Nocturno de Alcalá de Henares, aún más experto que él. Demetrio, pues, sabe de lo que habla. Ahora, según el obispo de Córdoba, la mujer no podrá ser jamás sacerdote porque carece del don para ello. Y añade que el sacerdocio no es ningún derecho que pueda ser reivindicado por las féminas, que lo suyo es la maternidad y punto pelota, tal cual lo dijo Juan Pablo II, que era infalible, el tío. Demetrio Fernández conoce perfectamente lo que es el sacerdocio, las pelotas, y lo que vienen siendo las mujeres, una a una. Demetrio, pues, sabe de lo que habla. Porque si los homosexuales empezaron con la ley de la gravedad y las mujeres diabólicas reivindican su derecho a no tener esperma en la homilía y a dar sermones con el Apocalipsis oliendo a limpio, ¿quién va a violar a los niños viriles y a las niñas vírgenes infaliblemente? Otra cosa es que los curos no tengan cura o que a una mujer le apetezca santificar las fiestas más en domingo que en sábado, que no le veo yo mucho peligro por ahí: son más listas que vosotros y a casi todas las tontas de ese género ya las tenéis de monjas o de primas del pueblo. Y qué leches: a ese don de dar hostias y órdenes a partes iguales los guardias civiles también les dijeron que no a las mujeres en su momento, y ahora mira el gusto que da verlas por ahí, castigando cristianos y poniendo penitencias con el hisopo de "párese usted ahí en el limbo del arcén" que me viene pecando por toda la raya continua desde Móstoles. ¿Y hay que tener un don para ser guardia civil? Pues las de Ávila a lo mejor te dicen que sí, y las de Fuengirola te dicen que no, que va en el sueldo, pero ahí están las muchachas. Así que no me parece que lo de ser curas, padras, obispas o monse-ñoras le ponga mucho a la tropa femenina, al menos en España, que no digo yo por esos países protestantes con Lutero de pichichi, que a lo mejor. Si Amancio Ortega hubiera visto tendencia por ahí, con lo listo que es, hace tiempo que habría sotanas monísimas y entalladas en Zara. Y ni el obispo de Córdoba hablando del Don ni el de Alcalá de Henares hablando del Dnieper nos libran de la primera sacerdotisa por CCC, mecanografía hablada y escrita, piercing de polígono, tatu con el Cristo de las Anillas en las lomas del escote, y unas hostias que ríete tú del Capellán de Yeserías, Demetrio, campeón...
Siento vergüenza ajena de "mi" obispo, aunque mío no es.Pero algo malo tenía que tener Córdoba y este Demetrio es lo más carca que se despacha en seres retrógrados. ¡Que se le va a hacer!
ResponderEliminarDeméter, diosa madre; Demetrio, cura padre.
ResponderEliminarAliento rancio proveniente de los atracones garbanceros revenidos de vetustos adoctrinamientos tragados chupeteados esfintereados para disponer de un almoadón cardenalicio bajo los nalgones tumefactos de soportar añejas confesiones con pastitas y chocolate entre flácidos pellejos fascistas y lentos pedos aristocráticos. Todo para no desperdiciar lo que le queda de su miserable existencia de vida huida en el mismo momento que la entregó a la secta empujado por su abotonada tripa en cuyo fondo recto a la derecha oscura yacen millones de palomas cuya muerte escapa a graves eructos por las pastosas fauces de su vieja sotana ahíta de macilenta carne apestosa por más incienso que.
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