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Lo escribía muy bien Manuel Vicent ayer en El País. Algo así como que la derecha es el poder y la izquierda "sólo" es un sueño de igualdad y justicia. Y que cualquier maniobra de la derecha por conseguir "lo que es suyo", por muy abyecta y vil que sea, siempre será lícita para ellos. No les generará ningún cargo de conciencia. Ningún sentimiento de culpa: con muertos, sin muertos, robándole a los pobres o demoliendo el estado de bienestar de un pueblo entero. Justo lo contrario que la izquierda, que ante cualquier medida autoritaria para preservar la libertad y los derechos fundamentales se la coge con papel de fumar (puros de Fidel Castro o Stalin aparte). Así los fascistas nos comen por los pies: porque llevan con mucha naturalidad lo de ser unos malnacidos. Ni se cortan, ni lo disimulan. Y si para ir contemporizando hay que mentir con la cara como el cemento de Agromán y ser más sinvergüenzas que un gato en la matanza, pues, oye, qué le vamos a hacer, si nací en la piscina de bolas del Valle de los Caídos... A tal caso de desfachatez me remito cuando vi aparecer a Francisco Granados en la Sexta Noche para defender la honorabilidad de su partido, de su presidente, y de los coches de alta gama con Ana Mato en holograma en el salpicadero: "No corras mucho, o sea". Cuánta chulería, cuánto desparpajo y cuánto despropósito en un tipo que ha pisado más juzgados que quirófanos Belén Esteban. Cohecho, malversación, desviación de caudales públicos, espionaje... Alguno enfadado con él ("el tío más sucio de España", según un constructor "testigo protegido") le metió fuego en el garaje al coche que Granados le había regalado a su mujer sólo para que la policía averiguara que se lo habían "regalado" a su vez (seguía a nombre de la constructora) por adjudicar unas obrillas públicas... ¡El PP dijo que había sido un atentado terrorista! Las sinvergonzonerías de la ralea que tan bien conocemos... Y Granados con su sonrisa de feriante y su vaselina en el pelo trapicheando entre los carromatos de la red de transportes de Madrid bajo los latigazos de la jefa de pista Aguirre, la condesa gitana pija... Implicado hasta las cejas en la trama Gürtel, presumiendo de haber apartado de la investigación al "delincuente" de Garzón (él sí que se trata con jueces delincuentes, del tipo "comprados") y despotricando contra los periodistas por crear malestar entre la sociedad con la noticia de tanto chanchullo y tanto escándalo de corrupción... Y de la misma manera que ahora es el propio PP el que se hace la auditoría "intestina" con el Diario del Alpinista, en su momento fue el propio Granados el que presidió la comisión de investigación encargada de aclarar qué pasó con la fuga de votos hacia Esperanza Aguirre, y contra Simancas, en la vergüenza para la Comunidad de Madrid que se conocíó como "El Tamayazo". ¿Que nosotros compramos a este rojo tránsfuga de mierda? Siguiente pregunta, que el orden del día lo marco yo... Ahora Rubalcaba se ha decidido por fin a pedir la dimisión del sopas. Granados, el señor Lobo de Pulp Fiction Tarantino Aguirre, se ha puesto su gabardina de los trapos sucios. Nadie se mete con su ralea sin pagarlo caro. Que se lo pregunten a los constructores de Valdemoro.
¿Qué se puede esperar de los oligoquetos si son oligofrénicos?
ResponderEliminarSaludos.
Oligo-frénico: poco cerebro. Y sé que dices "oligoquetos" porque son unos vanidosos descerebrados. Pero he buscado "Queto" en María Moliner. "Quetho", en mapuche, es "cosa desmochada". Ideal de la muerte para ellos. Un saludo, María Luisa.
ResponderEliminarEspañoles: Franco ha muerto, pero sus gusanos no.
ResponderEliminarVerás. Quise ir más allá de tu interpretación.
ResponderEliminar“Queta” proviene del griego ‘khait(e)’, melena, cerdas, sedas. “Oligoqueto”: m. pl. zool. Clase de gusanos anélidos con quetas o sedas poco numerosas, de cuerpo cilíndrico, con la boca en un extremo y el ano en el otro, sin tentáculos ni ojos y de reproducción hermafrodita; la especie más conocida es la lombriz de tierra.
Se puede aplicar a tantos...
Besos.