martes, 6 de noviembre de 2012

QUE LA INDEPENDENCIA PAREZCA UN ACCIDENTE, ARTURITO

Aquellos Yodas trajeron estos yodos. Un hotel de 1.400 euros la noche en Rusia para que Artur Mas escenifique la ceremonia del desprecio a Cataluña y el resto de los españoles en una orgía con amigotes, asesores y señora. Todo para que la marca "Cataluña" quede bien clarita al lado de los mafiosos multimillonarios que puedan invertir en los nuevos terrenos que van a ser expropiados (Lérida, Gerona, Tarragona y Barcelona) en la Marcha Blaugrana que se avecina contra nuestras defensas en El Aaiun. Una charleta informal entre malotes en una sala de reuniones con canapés y blancas del este. La mafia catalana reunida con la mafia rusa en videoconferencia con la Yakuza y la Nangretta (no fue a saludar ni el alcalde de Moscú) mientras los maestros y médicos catalanes caen como moscas acribillados por las esquinas tratando de marcar, todavía, el teléfono de la Democracia. Está comunicando, chavales. Y cuando parezca que por fin vas a hablar con ella, saltará el contestador automático de Pujol: "En estos momentos nos estamos independizando. Si quieres dejar algún mensaje, espera a que termine de sonar Els Segadors cien millones de veces". Ah, tiempo de crisis. El caldo de cultivo para los virus más dañinos de la banca, la política, y los tarados con ínfulas. Los antidisturbios apaleando estudiantes, la policía arrastrando abuelas fuera de sus casas, y Artur Mas de trilero en mitad de la Plaza Roja: "Mira la bolita. Mira qué independiente la bolita". Cómo recuerdo ahora los comienzos putrefactos de Jordi Pujol en su tarima de charlatán del Tibidabo. Los escándalos impunes de Banca Catalana y el dinero sucio del Caso de las Tragaperras. Para que sigan llamándole "El Honorable". Artur Mas de Al Pacino, conservando el mentón cerámico de Brando, y Pujol de Padrino carrasposo, hablando maravillas de su hijo tonto, el que es capaz de juntar dos millones de amigos para presumir de liderazgo. Como cualquier famosete gilipollas en Facebook.

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