domingo, 6 de noviembre de 2011

ADIÓS A TELEFÓNICA

Conozco empresas de dudosa actividad y oscuros ejercicios: alguna concesionaria de basuras en New Jersey, algún sindicato de estibadores en Baltimore, alguna asociación benéfica de porteros de discoteca en Madrid... Pero como la rémora franquista, barriobajera, prepotente, alevosa y esclavista de Movistar, ninguna. Afortunadamente, ya no tenemos por qué soportar la presencia del pesado y siniestro teléfono negro con montera de torero dentro de casa. Acabo de ordenar telefónicamente, qué cosas, que le partan las piernas al enterrador. A una asesina extranjera. Globalización, señores, globalización. Luego me tengo que casar con ella, pero cualquier cosa es mejor que estar viviendo con Lola Gaos de telefonista. Ésta y no otra es la razón de mi ausencia por el blog estos días. Me estaban partiendo un brazo a la espalda y no podía dibujar ni escribir con soltura. Ya está resuelto. Arriba, la Portabilidad y la Tarifa M de Vodafone. Que te den, Telefónica.

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