martes, 21 de abril de 2020

DIARIO DEL CORONAVIRUS EN ALGÚN LUGAR DE LAVAPIÉS (39º DÍA DE CUARENTENA)


En cuanto a las medidas para el fin del confinamiento, se trata de garantizarle a los responsables gubernamentales que los que mueran en esas semanas o meses posteriores, sobre todo porque no los han "desescalado" convenientemente, aunque también valgan atropellos por falta de costumbre, luego no vuelvan a aparecerse como fantasmas que no dejen dormir de por vida a los que fueron ministros, o de subsecretario para arriba, durante la organización del final del Estado de Alarma. Los científicos están en ello. Unos potenciando día y noche la fórmula de la valeriana, otros trabajando tecnológicamente en una nueva cámara de móvil capaz de detectar y alertar de auras, ectoplasmas y fantasmas con rencores, pero los buenos de verdad ignoran los cargos de conciencia de los políticos (y su correlación con debacles electorales a posteriori) y desaconsejan en seco terminar la cuarentena hasta que no haya una Mr. Propper Vacuna testada en condiciones, esto es, hasta dentro de un año o alrededores. 

Es lo que tienen los científicos buenos, que ellos tampoco salen mucho a la calle de tan enfrascados que están en lo suyo de ganar el Nobel. También que prefieren objetivamente mantenernos con vida (en términos científicos, no les hagamos una fiesta: vivos como un paramecio o un geranio) antes que a tenernos contentos, ni siquiera felices del todo.

¿Y si habláramos con algún experto de la Guardia Civil de Tráfico? Esa gente sabe de "desescaladas", aunque contra esa mierda de palabra ellos hayan preferido su "retorno escalonado" de toda la vida después de las vacaciones de Verano o de Semana Santa.

He puesto Verano con mayúsculas. Hay días que no lo llevo bien.

Tampoco es que la Guardia Civil de Tráfico sea especialista en tenernos contentos, pero un guardia civil también se bebe sus chispacitos después del turno.

Esos tipos nunca te pegarían un tiro por abrazarte a un árbol lejos de un supermercado, un estanco o una farmacia.

Un político te pegaría veinte tiros en ese mismo árbol si tiene miedo a que mueras durante su mandato y luego no le vote la gente.

Lo decía Alfredo Landa, hay un punto intermedio entre estarse callado y tocar la trompeta. Suecia o Brasil.

Cuando den con el punto intermedio nos habremos muerto todos de Melancolía.

Las mayúsculas de Melancolía vienen por los chorizos a la sidra de arriba. Solían aparecer con su picantito y su repelente de virus en un contexto de cerveza, vino, risa y amigos.

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