DIARIO DEL CORONAVIRUS EN ALGÚN LUGAR DE LAVAPIÉS (13º DÍA DE CUARENTENA)
Hay un falso par de falsos aviones chinos que están no llegando urgentemente con no se sabe qué cargamento a Madrid. Al parecer la Comunidad de Madrid contrató "eso" y soltó una pasta gansa hace al menos una semana. Eso fue lo que dijo su presidenta reaccionaria y perturbada, Díaz Ayuso. A las preguntas de los periodistas sobre el contenido del cargamento chino que venía en esos dos aviones ninguno de su "equipo" (en los que delegó la psicópata) supo responder: literalmente no sabían qué habían comprado, pero lo habían hecho ante el maltrato, el ninguneo y, lo más doloroso, el rencoroso bloqueo del gobierno de izquierdas a la llegada de recursos a su querida Comunidad de Madrid, gobernada por la derecha. Cuando este falso par de falsos aviones no aterrice de urgencia con retraso en Barajas o en Torrejón o en Getafe o en Cuatro Vientos, entenderemos las atropelladas palabras de Ayuso al poco de saltar el escándalo: "Comprar en estas condiciones es muy complicado". De acuerdo con ella. Sobre todo cuando no sabes qué has comprado porque no has comprado nada o porque se trataba de un paripé demagógico y manipulador que a ver cómo resuelves ahora cuando te lleguen de verdad los aviones chinos al rescate, ahora sí, pertrechados con toda la diligencia que ha sido posible por el gobierno que odias, petarda impresentable.
Mal comienzo, si ya estoy intoxicado... Me enervan estas alimañas de la política y trato de sacudírmelas de encima, pero su permanente sombra carroñera volando sobre este Madrid angustiado y al borde del colapso me saca de mis casillas. ¿Realmente les va a seguir votando alguien cuando todo esto pase? ¿No se le ha muerto a ningún fascista su madre o su padre en una de esas residencias de mayores de maravillosa "gestión privada" que tanto propugnaron? ¿Ningún hermano, ningún familiar en esos hospitales públicos de los que arrancaron y mandaron al paro a más de tres mil profesionales sanitarios? Pues hala. A votarles de nuevo, patriotas.
Mal sigo.
Ni rastro de voz tomada. Y sin dolorcillo de garganta, por supuesto. Demasiado tabaco, algún buche inopinado a la lata de cerveza fría, explicaciones habituales para las que corren malos tiempos... En fin...
Ayer también supe que tenemos a cuatro médicos en cuarentena específica (están contagiados) tras una de las puertas de nuestro largo pasillo de ministerio ruso, la que da a los ascensores. Cuatro médicos, leche. Cuatro pura sangres embridados y retenidos en sus cajones de salida. Me los imagino detrás de esa puerta contando los minutos que les queda de cuarentena para salir disparados hacia sus hospitales. Por la calle 1 Doctor Pérez, lanzado hacia el Isaac Peral, por la calle 2 Doctora Cookie, como una bala para el Cínico, por la calle 3 Doctor Torres, cogiendo los palos hacia el 12 de Octubre, por la calle 4 Doctora Gutiérrez, abriéndose por fuera hacia La Clínica de la Concepción... Si hubiera un Premio Nobel detrás de cada una de esas puertas no los echaría tanto de menos.
Doctora Cookie es una yegua que existe realmente y que de vez en cuando da un susto en el dinero y mete la cabeza. Perdonadme la licencia. También echo de menos el Hipódromo de la Zarzuela. ¿Estarán entrenando los jockeys? Puede que a horcajadas en el brazo de un sofá y con la colina verde de Windows como meta...
Melancolía.
El mejor remedio es echarse unas rápidas en el lichess.org. Ajedrez de consumo rápido. Cuando tenga las uñas negras de dar mates / cuando tenga las uñas negras de sacar a mi Rey del enroque en llamas será la hora de comer. Y luego, una de mis frases preferidas: "Me gustan los atardeceres porque pronto se cena".
Siempre después de los aplausos.
Si sobrevuelan Lavapiés dos aviones chinos cargados de piruletas y preguntando que por dónde se va a la casa de Plesidenta Díaz Ayuso, me como mis palabras. Pero podemos apostar. Hablar de caballos es lo que tiene...
En El Intermedio también se la conoce a la muchacha como Lollipop.
Piruleta.
Una Piruleta narcisista y desquiciada al mando.
¿Y la señora Aguirre qué piensa después de tanta "externalización" de hospitales?
ResponderEliminarLos bichos no piensan. Calculan. Calculará que mientras no vaya presa para el resto de sus días le ha salido bien el robo, el expolio y la humillación a los madrileños.
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