martes, 22 de diciembre de 2015

ESTO NO HA HECHO MÁS QUE EMPEZAR, DEMÓCRATA DE TODA LA VIDA...


10 comentarios:

  1. Nunca nos lo han puesto fácil, ya sabes. Son capaces de llenarlo todo de mierda antes. Pero hay que luchar hasta el final y más allá.

    Buenos días.

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  2. A por ellos, que son muchos y cobardes... Y unos miserables. Buenos días, Marián.

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  3. Llevas razón, Low, a ver como arreglamos ahora este desaguisado.
    A por ellos.
    -¿Quién son ellos?
    -Y yo qué sé.
    Pero que desaparezcan de mi vista.

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  4. Los descubrirás muy sencillamente, Tecla. Tus enemigos serán todos aquellos que invoquen a la democracia, al equilibrio, la gobernabilidad, la estabilidad... a cambio de que el PP vuelva a formar gobierno, con Rajoy o con otro, con otra. Da igual. Se les detecta fácil.

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  5. La mañana del lunes amanecí con ojeras de lirio y la boquita amustiaíta de pesares. Me había creído lo de la encuesta a pie de urna que daba sorpaso-repaso-zarpazo al SOEZ por parte de mi mesnada y luego que no hubo tal (aunque por poco), por culpa de esa parte de la plebe que aún guarda un retalillo de la piel para que se la flagelen los de siempre... Aunque esta vez el masocado fue menor, quizás porque el viejuno-ovejuno de la patria va claudicando: hasta que dentro de diez años Cronos no nos arregle, padeceremos esta lacra..., y perdóneseme este injusto desahogo gerontofóbico. Pero es que lees las estadísticas y constatas que a mayor edad y peor pensión pues que más votos a la talega del señorito. Y eso desalienta mogollón, Y uno sufre y se desarma y se desespera y le apetece irse a rumiar su pesar a un peñasco a orillas del Ponto.
    Pero, a medida que el segundo café cargaíllo de la mañana corría por estas venas de hoplita que se lame la herida y que se quita el polvo de las sandalias..., a medida que fueron llegando los compañeros de mi Hélade gloriosa; cuando los sabios y filósofos del ágora de la esquina empezaron a hablarme y a darme palmaditas en el espaldar... "Noble aqueo de hermosas grebas que tan ciego lamentas la suerte de las falanges...". Y fui saliedo del pesar y hasta me fui convenciendo de que los dioses habían dispuesto lo mejor para la causa de la Confederación, y que...
    Bueno, que he caído en la cuenta de que han sido, a la postre, unos margníficos resultados, y ya el color ilumina mis mejillas y los ojos miran de frente y a lo lejos, muy lejos... Y que molan los 69 de las Termópilas.

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    1. Ahí quería yo ir a parar, Fred. Que no fueron tan malos, que con algo se ha de empezar, y luego avanzar, espero y deseo que no me lleven al precipicio. Que no se puede decidir todo, pero que hay infinitas maneras de arreglar los males. Que para eso cobran y se arriesgan, para encontrar soluciones.

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    2. Y en esas estamos, en encontrar caminos. Que haberlos haylos.

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  6. Chiribitas de colores a través del cristal empañado por la humedad ambiente o por los dedos de los abrazadores -ellos y ellas- que me acababan de estrujar con abrazos muy navideños. Cada vez que levantaba la copa el verdejo me tapaba y me destapaba un óculo de led, según que el horizonte del caldo se encrespara o se fuese por el sumidero de mi garganta. Y se producían entonces las chiribitas.
    Heno, melocotón, cereal en sazón... Y no hay músculo, tendón o ligamento que no se distienda después de beber unos vasos de blanco de Rueda, o un fino, o un albariño floral, o...
    Nada más que trasiego algo espirituoso unas hormiguitas se encargan de organizarme en mis surcos cerebrales pequeños rallies, montadas ellas en burbujitas de ácido carbónico. Y es divertidísimo y hasta sensual notar cómo aceleran en el surco de Monro, cruzan el acueducto cerebral y compiten por llegar las primeras a la meta de la cisura de Silvio. Comiquísimo.
    Ayer por la noche asistí otro año a esa competición en mi circuito intracraneal, ausente a lo que hablaban mis amigos. Me refugié tras los cristales oscuros de unas gafas de sol y nadie se enteró de por dónde iban mis pensamientos. Como casi siempre, sea dicho.

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