sábado, 24 de octubre de 2015

ASOCIACIÓN DE MALHECHORES


10 comentarios:

  1. Este "diagnóstico" daba servidor hace un par de años, simulando ser un sesudo psiquiatra que blogueaba entre gente de derechas:

    "Sí estaban previstas -desde el principio- las rapiñas, acotada la palestra de las libertades, pactado el arbitrio del poder (el político, que el otro ni se pactaba ni se compartía), previsto el catálogo de la impunidades, repartidas las cuotas de la prevaricación, los fastos babilónicos con los caudales públicos... Lo estaba y no nos habíamos dado cuenta; es ahora que todo se derrumba cuando queda de manifiesto aquel engaño. Y de la misma manera que un edificio ruinoso al que se le desploma parte de la techumbre deja a la intemperie los cuartos y las cocinas antes ocultas a los ojos de la gente, y quedan expuestos la mugre y el descuido de los propietarios, así constatamos nosotros ahora el estado lamentable de un edificio que suponíamos con menor daño".

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  2. Castelar a tu lado era un gangoso, Fred. Qué elocuencia, demontre...

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  3. Ye habrás dado cuenta, Low, que empleo el soniquete castelarino (conscientemente demodé) cuando escribo en cierta coyuntura. En otras, me parezco más a cualquier golfo (pero honrado) de Lavapiés. Aunque reconozco que me pirrian los clásicos. Y me mola también mogollón escribir en "cervantino", con ese arrastre sentencioso y parabólico de don Miguel y sus acólitos.

    PS.- Ayer, Low, estuve a punto de sufrir las consecuencias colaterales de la Ley Mordaza. Había estado toda la tarde en Oviedo, en la tangana a la realeza y a su corte de lacayos, que se juntaban para entregar los Premios Princesa de Asturias (sabrá esta niñina lo que es la cultura y el trabajo talentoso...) en el teatro Campoamor. Lo malo fue que estuve a punto de que me detuvieran los policías antidisturbios. Un compañero profirió un grito contra unos "cortesanos" que iban a pie hacia el teatro ("¡fartones!", les llamó, que en asturiano es algo así como tragones) y se nos echaron encima los maderos. Pero lo peor es que (éramos tres) estábamos rodeados de un grupo de ultraderechistas con su banderita que casi nos agreden. Traté de hacerles entender que teníamos derecho a manifestar nuestra opinión, pero no se avenían a razones y nos miraban amenazantes. Uno de los guardias ya sacaba la libreta para tomarnos la identidad, pero tiré del brazo del colega y nos fuimos para evitar lo peor. Bien pudo ser que hoy tuviera que afrontar una multa desmesurada. Por no hacer nada punible..., en un país en donde se respetaran los derechos ciudadanos.
    Salud.

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    1. Qué susto, la mar. Y yo que estaba tan envidiosa de estar en Oviedo.
      Me entraron unas ganas de estar ahí.
      Nunca sé nada ni entiendo nada.

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  4. Es, de todas todas, humillante. Que se nos echen encima los corchetes por insultar a la realeza como se hacía antaño, con el pueblo pasando hambre y ellos en sus trajes de levita y sus perros de caza: "¡Fartones!" Un insulto, por otra parte, definitorio y precioso.

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    1. Me gusta la palabra "fartones". Me gustan las palabras de Asturleonesas. Si estudiara alguna lengua española me gustaría hacerlo con el Bable.
      Cuanta ternura.

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  5. Aclaro que había una zona de la plaza de la Escandalera reservada a los manifestantes a la contra, separada por una muralla de barreras metálicas y de mobiliario urbano de la comitiva filomonárquica. Pero nosotros no admitíamos que los ciudadanos hubiesen de aceptar que los enchiqueraran (a los que iban a protestar) fuera del lugar donde sí que podían estar otros con la banderita rojigualda en la mano. Entendíamos que el espacio público es de todos.
    En este puto país no acaba de calar la lógica democrática, aun en gente que parece progresista. Como los meros sociatas. Digo.

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    1. Es cierto. No cala la lógica democrática.
      Yo tampoco lo habría aceptado.
      Pero debió de ser emocionante. Cómo me habría gustado estar.

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    2. Querida Tecla, en vista de que te gusta el bable voy a enviar a tu "casa" un cuento mío en esta lengua. Es una fabulita que cuenta los desdichados amores de una pareja de... avispas.
      A Lob, igual también, aunque a él a lo mejor no le da más.
      Un beso, Soc.

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