MANADAS DE FOCAS EN LA INDIA

Segunda victoria del noruego contra Anand, y vamos perdiendo 4-2. Dos derrotas en las dos últimas partidas. Con blancas y con negras. Otra vez la Berlinesa en la primera. Y una gélida apertura inglesa. Dos matariles. ¿El indio perdiendo dos partidas seguidas? En su actividad de torneos pasan semanas y hasta meses entre una derrota y otra. Aquí ha enlazado dos collejas vikingas como nunca se las habían dado. Seguidas no. Anand está impreciso y temblón. Y lo del tembleque le viene de Carlsen, que despide frío como una nevera con flequillo. El noruego se ha tragado todo el Deep Blue y lo está escupiendo en forma de cubitos de hielo sobre el cogote del indio, que se resiente y estornuda en el medio juego una cosa mala. Y Carlsen es una máquina de hacer hielo. Contra todo pronóstico, el habitual juego calentito y combinativo de Anand no está apareciendo por ninguna parte. Ese calentamiento global de todo el tablero y luego el enroque enemigo a la parrilla con flambeado de fianchetos y el rey adversario a lo bonzo. Pues no, oye. El casquete del noruego no se derrite ni para atrás. Mucho menos la computadora que lleva dentro de la cabeza. Todos estabamos deseando ver una matanza de peones noruegos sobre la nieve (y Brigitte Bardot llorando a moco tendido), pero lo que estamos viendo son manadas de focas poniéndose hasta el culo de comida picante en los bares de Chenai. Hoy es la séptima partida. Que no sea el séptimo sello de ese otro escandinavo y su partida de ajedrez contra la "muehte". Arriba, una imagen alegórica de como va el mundial. Si no pasa por debajo el hidropedal con los payasos del juego romántico, a Vishy le espera un baño helado. Y mira tú que el que parecía más de Walt Disney era el noruego...