EL TEMPLO DE LA DEMOCRACIA

Esta noche no quería hacerle la caricatura a nadie. Supongo que me ocurre como a los psicoanalistas con la transferencia, que se me llena la cara de rasgos que no son míos y de vez en cuando hay que sacudirse las fisonomías como un perro el agua y descansar psicoanalizando una piedra o similar. Y me he dado una vuelta ciudadana por ahí. Vivir en el centro mismo de las Españas, en un Madrid y a diez minutos a paso de cigarrillo de la Puerta del Sol, facilita mucho el paseo institucional, así que me he ido a la Carrera de San Jerónimo a sacarle una foto al Congreso de los Diputados, por si estaban echando horas extras de madrugada para sacarnos de la crisis...

... Y qué va. Como siempre a esas horas. Fiesta privada detrás de la bandera de España y un portero de discoteca con uniforme de la policía nacional pidiéndome la documentación y que adónde iba con ese cuajo en los andares y sacándole fotos al templo de la Democracia.