sábado, 17 de marzo de 2012

UN TRABAJO FIJO

¿Cuántas promesas te han hecho que nunca se han cumplido?


No te prometo un gran sueldo, te prometo que serás monja fija.


No te prometo la comprensión de los que te rodean, te prometo que tú tampoco entenderás demasiado.


No te prometo que vayas a tener una gran familia, te prometo que podrás robarla para otros.


No te prometo una decisión fácil, te prometo que pensaremos por ti.


No te prometo un trabajo perfecto, te prometo sólo un trabajo cómplice.


No te prometo que te pedirán ayuda, te prometo que necesitarán que no hagas nada.


No te prometo que siempre vayas a obtener resultados, te prometo que los traumas no serán tan complicados de inducir en un niño.


No te prometo que disfrutarás del sexo, te prometo que nosotros sí.


No te prometo qua vayas a tener grandes lujos, te prometo que tu riqueza será la de la vieja millonaria que elijas.


No te prometo que puedas acabar con el dolor, el sufrimiento y la injusticia, te prometo que vivirás de ellos.


No te prometo seguridades humanas, te prometo la certeza de que no vales para otra cosa.


No te prometo el reconocimiento del mundo, te prometo que tendrás amigos en la policía para que no ocurra.




Alimentarás al mundo, unirás corazones, acompañarás a los que sufren, confirmarás a los que quieren ser fuertes, experimentarás con ellos la verdadera alegría, sumegirás a los hombres en la verdad... Y serás monja descerebrada, sentada en cualquier banquillo.

1 comentario:

  1. Una monja no da un paso si no se lo mandan de más arriba. Tu lo has dicho "pensaremos por ti": que los que pensaron por ella se sienten con ella en el banquillo.

    ResponderEliminar